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¿Cómo marcha la recuperación económica en el Bajío?

El Índice Trimestral de Actividad Económica Estatal (ITAEE) es un indicador de coyuntura que ofrece un panorama sobre la evolución económica de las entidades federativas del país. Para el cierre del tercer trimestre de 2020, Aguascalientes presentó un movimiento anual en el total de su economía de -3.8%.

Cabe destacar una reducción particularmente pronunciada del -5.1% en el sector terciario, observándose que las Actividades Secundarias registraron una mayor aportación en el desempeño de la entidad. No obstante, Aguascalientes es el estado que menos redujo su actividad terciaria en el país.

Así se comportaron las Actividades Terciarias:

(Variación porcentual real con respecto al mismo periodo del año anterior)

Las Actividades Primarias, que incluyen la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza, reportaron un movimiento anual de -1.7% en el tercer trimestre de 2020, ocasionado principalmente por el comportamiento de la cría y explotación de animales. Debido a esto, la entidad hidrocálida se ubicó en el lugar 28 a nivel nacional.

Aguascalientes obtuvo la quinta posición del total de economía con respecto a las 32 entidades federativas; así mismo, reportó una aportación de -0.05 puntos porcentuales a la variación nacional.

El total de la economía en la Región Centro-Norte del país descendió -5.9%, con respecto al mismo periodo del año anterior. Las Actividades Secundarias y Terciarias se contrajeron -5.7 y -7.4% respectivamente; mientras que las Primarias aumentaron 11.6%. Las Actividades Secundarias experimentaron una caída por el comportamiento registrado principalmente en Jalisco, donde se tuvo un descenso del -3%.

Contribución porcentual a la variación de la Región Centro-Norte 

Actividades Primarias

Finalmente, en las Actividades Terciarias, al igual que en las Secundarias, todas las entidades que conforman la región tuvieron una contribución negativa, siendo Jalisco, Guanajuato y San Luis Potosí las más afectadas. 

Niveles de recuperación

El Indicador de Recuperación Económica Estatal (IREE) del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) se construyó con más de 150 variables de diversas fuentes abiertas, como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco de México, sistemas de monitoreo atmosférico y sistemas de seguimiento de información financiera global. Se definen cuatro niveles de recuperación para los estados:

En el vecindario regional, el IMCO le concede más signos de recuperación a San Luís Potosí que al resto de las entidades vecinas; le siguen Zacatecas, Querétaro y Jalisco con recuperación baja y, con muy baja, Guanajuato y Aguascalientes.

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Signos de recuperación

El IMCO ofrece un acercamiento a los signos de recuperación de las economías estatales:

Propuestas

El IMCO propone a los estados encontrar ventajas comparativas y transformarlas en competitivas: 

  1. Diversificar la economía hacia sectores de mayor crecimiento. Los sectores más orientados al exterior, que agregan valor a lo que producen mediante el conocimiento, ayudan a sobrellevar mejor las crisis.
  2. Abandonar la idea de “vocaciones productivas”. Está anclada en el pasado. Se requiere visión de futuro en los sectores con potencial. Encontrar ventajas comparativas y transformarlas en competitivas. Revisar y redefinir la estructura económica de los estados. 
  3.  Usar herramientas de subsidio para reorientar los cambios de actividades económicas en los estados. 

Recomendaciones

Se sugieren las siguientes recomendaciones en el marco del Índice de Competitividad Estatal (ICE) para los gobiernos estatales: 

Previo a la crisis sanitaria, Aguascalientes presentaba una tendencia alta de crecimiento que evidentemente tuvo una disminución propia por la contingencia, pero también derivada de una inercia de crecimiento económico sostenido desde el 2012.

Para los líderes del proyecto  “Colaboración como base para la recuperación post COVID-19 y el cumplimiento de la Agenda 2030, el rol y las metas que se fijen en este camino de recuperación deben ser similares o compartidas con otras entidades; pues será el momento de darnos cuenta  que el camino al 2030 no es una carrera en solitario, sino que avanzaremos en una barca con remos, donde está en manos de cada uno bogar hacia una dirección común.

La fuerza y la motivación de cada uno contribuyen al colectivo para llegar a buen puerto. Esa conexión sucede al  encontrar aliados que tengan las mismas metas, y así trabajar juntos. 

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