El Plan de Desarrollo “Aguascalientes 2045” es una iniciativa creada por el gobierno estatal y el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del CIDE que a partir de este año comenzó a analizar diferentes sectores estratégicos del estado para generar políticas públicas a futuro.
Con ello, se busca que los próximos gobiernos -sin importar el partido al que pertenezcan- den continuidad a lo fijado en el plan. Un modelo inspirado en los planteamientos de la Organización de las Naciones Unidas y por el que se han regido estados como Nuevo León y Guanajuato.
Eduardo Sojo Garza Aldape, quien fue director del INEGI, secretario de Economía en el gobierno de Felipe Calderón y hoy se desempeña como director del Laboratorio de Políticas Públicas del CIDE, es el encargado de realizar un total de 30 mesas de trabajo en conjunto con la Secretaría de Desarrollo Económico y especialistas de distintas áreas para generar los resultados del plan 2045.
A la fecha se han efectuado 20 reuniones que han comprendido temas como turismo, movilidad, salud, cultura, educación e industria; en este último ramo, se ha explorado el comportamiento de sectores como el agroalimentario, tecnológico, textil, entre otros. La dinámica de cada reunión consiste en responder a tres preguntas básicas: ¿cómo estamos?, ¿dónde queremos estar? y ¿qué tenemos que hacer para llegar a ese lugar?
De acuerdo con Eduardo Sojo, la intención de las tres preguntas es detectar primeramente los factores que limitan el desarrollo de un respectivo sector de acuerdo al punto de vista de los expertos. Posteriormente se analiza el ideal que ellos quisieran alcanzar en el área que dominan para finalmente crear estrategias con las que se puedan lograr dichas metas:
“Es un proyecto muy ambicioso. Además de un análisis cuantitativo integramos el cualitativo con la participación de la sociedad civil. Abarcamos todas las líneas de desarrollo del estado, esperando que al final del estudio alrededor de 400 ciudadanos nos compartan sus principales aportes para el desarrollo de Aguascalientes”, menciona el catedrático.
El intercambio de posturas puede ser muy diverso. Hay sectores que están menos unificados que otros y esto genera contrastes entre las opiniones de sus representantes. Sin embargo, para Sojo esto representa mayores oportunidades para diseñar soluciones aptas a las necesidades del estado:
“No todos tienen las mismas perspectivas pero eso es justamente lo que enriquece. Se busca integrar un proyecto común con personas que tienen diferentes experiencias y perspectivas de una situación para obtener un común denominador. Las diferencias ayudan. No es un proceso sencillo, pero con la metodología y facilitadores, del laboratorio de políticas públicas hemos podido lograr empatar sus opiniones”.
Se espera que los resultados del Plan 2045 sean publicados durante el mes de noviembre de este mismo año. A la par, se realizarán tres procesos que complementarán las 30 mesas de trabajo con los sectores estratégicos del estado para dar formalidad y solidez al proyecto y convertirlo así en un “proceso de desarrollo”, según refiere Sojo.
El primero consistirá en institucionalizar el proyecto para fijarlo como una política de estado. El segundo será construir un observatorio ciudadano que dé seguimiento a la aplicación del proyecto; mientras que el tercero se enfocará en diseñar un tablero de control que registre los avances de cada meta fijada, así como las barreras que han aparecido a lo largo de su aplicación.