Estados Unidos afronta lo que muchos especialistas describen como la peor crisis económica desde “La Gran Depresión”, ocurrida en 1929. Por la crisis de coronavirus iniciada a mitad del mes de marzo, el gobierno norteamericano registra más de 33.5 millones de solicitudes para el subsidio por desempleo, un apoyo que entrega a las personas que han perdido su trabajo.
Ante esta difícil situación que está atravesando la nación estadounidense, los colaboradores de la Harvard Business Review, David Lancefield y Dorie Clark, compartieron cinco estrategias dirigidas a las personas que se han quedado sin empleo.
«Si sigues estos pasos, puedes sacar el mejor provecho de una situación desafiante y asegurarte que tendrás un grupo de alisados que estarán dispuestos a ayudarte en el futuro», pronunciaron.
Estas son las acciones.
Controla tus emociones negativas
Lancefield y Clark señalan que es normal atravesar una serie de emociones negativas cuando uno enfrenta un despido, haciendo alusión al famoso ciclo de negación, enojo, negociación, depresión y aceptación, pero advierten que lo mejor es expresarlas en privado. En público no es tan recomendable, pues pueden dañar tu reputación en el largo plazo.
También sugieren evitar la necesidad de compartir quejas con tus colegas «Se siente bien obtener consuelo y apoyo, pero quejarse no solo refuerza una espiral inútil de pensamientos negativos sino también aumenta la probabilidad de que, aquellos que no te conozcan personalmente, lo hagan en el contexto de tus quejas«.
Además sugieren rehuir de una actitud pasivo-agresiva, pues puede dilapidar los logros que conseguiste en la empresa y hacer que te recuerden por tu salida: «En compañía de tus compañeros, trata de concentrarte en los momentos positivos de tu carrera en la empresa y en tus planes a futuro».
Identifica a las personas que les quieres comunicar la decisión personalmente
¿Quién podría entrar en esta lista? Tus contactos más importantes: mentores, compañeros, ex jefes, amigos, clientes o proveedores. Cualquiera con el que hayas tenido un vínculo cercano, indican los autores. «Expresa tu aprecio por las experiencias que disfrutaron juntos y el apoyo que te brindaron».
Si están al tanto de tus capacidades, si saben de alguna vacante disponible podrían tratar de reclutarte para ocupar el empleo.
Desarrolla un plan para delegar el trabajo que ya no harás
En este aspecto, Lancefield y Clark sugieren que para asegurar irte en buenos términos, es importante que desarrolles un plan para transmitir a tu potencial sucesor el trabajo que hacías, tus relaciones con otros clientes o contactos y tu conocimiento sobre las labores que hacías.
“El objetivo es facilitar que tus colegas tengan la mejor oportunidad posible de tener éxito sin ti, y así recordarán y apreciarán tu esfuerzo cuando te despidas», aseveran.
Escribe un mensaje de despedida
El correo electrónico será destinado a aquellos contactos a los que no le comunicaste la situación personalmente. En este sentido, sugieren que si todavía tienes acceso a tu correo laboral, envíes tu despedida desde esa dirección. Lo que no es ideal es ‘desvanecerte’ después de tu salida.
El mensaje no es el lugar apropiado para reseñar detalladamente los logros dentro de la empresa o externar un comentario sobre el futuro de la empresa o la economía. Mejor, enfócate en resaltar de lo que te sientes orgulloso y agracedido. Sé breve en el mensaje y deja los detalles de tu contacto al final.
Notifica tu disponibilidad a tu red de trabajo
Habrá muchos compañeros de tu red profesional que seguramente no sabrá de tu salida de la empresa. Por ello, Lancefield y Clark recomiendan publicar un post en tus redes sociales tu disponibilidad laboral para ir empezando a rastrear nuevas oportunidades de trabajo.
«Mantén tu publicación breve y positiva. Si tus contactos critican tu despido, no caigas y no muerdas el anzuelo. Es posible que recibas una gran cantidad de apoyo y, con suerte, algunas conexiones útiles», expresan,