Se está cometiendo un error sí la campaña política no contempla movilización digital, sentenció Alonso Cedeño, director de Estrategia en Línea.mx durante el Seminario de Marketing Político 2015 en su conferencia Ser el rey de las nuevas tecnologías.
Pero ¿cómo se hace una movilización digital?
Contar con cuentas de Facebook, Twitter o de otras redes sociales es solo la punta del iceberg. Lo que el candidato puede compartir de sí mismo, de su equipo y de sus propuestas, definido como la huella digital, puede carecer de valor ante la sombra digital, es decir lo que la comunidad opina y puede decir al respecto.
“El reto es que la sobra digital sea más potente que cualquier cosa que el mismo candidato puede decir de sí mismo”, señala el especialista.
La estrategia de campaña tiene tres líneas: tierra donde el partido busca el contacto directo con la gente; de aire, es decir todos los spots que buscar generar buena percepción del candidato; y digital, donde el protagonista no es el candidato sino la gente, definió el especialista.
La base de la estrategia digital se construye luego de un análisis de la propia comunidad, sus características, sus preferencias por medio de las plataformas de socialización. Además este previo análisis determinará cuáles son los escenarios digitales más convenientes para llegar al electorado (Facebook, Twitter, Youtube, Periscope, Snapchat, Whatsapp, SMS, correo electrónico, entre otros).
El 90% de los usuarios confían en las recomendaciones de sus contactos, menos del 15% confía en los anuncios publicitarios. Es por eso que la participación creativa de la campaña política donde la gente se siente involucrada tiene mayor poder que las publicaciones sugeridas que van dirigidas a un grupo general, afirma Alonso Cedeño.
La comunidad convierte en líder al candidato y esto también sucede en las plataformas digitales. Por medio del análisis del Big Data se pueden generar contenidos diferenciados para cada segmento de la población, lo que permite personalizar las campañas, lograr un mejor impacto y una movilización.
“El propósito de la campaña digital es la persuasión del candidato. Emocionar lo suficiente al electorado para ir a votar. Los minutos frente a la boleta está sustentado en lo emotivo y cómo los hiciste sentir en la campaña”, mencionó.
A pesar de que todas las líneas estratégicas de la campaña son complementarias, la digital puede aportar información más clara.
“Sí puedes medir el aporte de tu estructura, yo identifiqué a 100 mil personas, logré fidelizar a 40 mil de esas, el día de la elección logré movilizar a 35 mil y de esas curiosamente coinciden con el porcentaje de votos, bueno entonces sí es un porcentaje que le puedes asignar a la campaña digital” comentó.