Por: Javier Díaz
Es común que nuevos emprendedores al desarrollar un nuevo negocio o proyecto, visualicen aquellos que tienen un gran número de ventas y aparentemente son muy atractivos. Pero lo importante a considerar es ¿qué tan rentables pueden ser?, lo cual se puede dejar de lado.
Como consecuencia de ello, se puede perder mucho tiempo para llegar a las metas establecidas por la empresa. Esto, genera un mayor desgaste físico, mental y emocional de los equipos.
Hay una regla que establece que sólo el 20% de los productos generan el 80% de las ganancias, por lo cual debemos tenerlos bien identificados para dedicarles más tiempo. Pero si queremos más transacciones de alto nivel, debemos pensar más como piensa el cliente y no solo verlo como un robot.
Enfócate en las emociones de qué siente el cliente al comprar tu producto o servicio. Recuerda que a la mayoría de la gente nos gusta sentirnos especiales, por ello existen tantos bienes de lujo que sólo pocos pueden adquirir y ese mercado se encuentra en constante crecimiento.
La mayoría de los nichos de mercado no pagan lo suficiente para ser lucrativos y generar un alto sentido de urgencia en el comprador. Hay demasiada competencia en todos los giros y debes tener cuidado en cómo le voy a generar más valor.
En algunas prácticas sólo suben los precios ofreciendo lo mismo con el pensamiento de que se va a seguir vendiendo igual. Sin embargo, en la mayoría de los casos verán una caída de estas, si no ofrecen algo más (a nadie le gusta pagar más por lo mismo).
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Por otro lado, en ventas debes segmentar bien tu mercado en productos de altos márgenes y no dejarte llevar por las apariencias. Hay un gran número de campañas de ADS en internet que no tienen éxito y no se concretan. Aunque te aparezca que tienen muchas búsquedas y el costo de sus clics es muy alto si no están bien segmentadas los resultados serán limitados.
Ojo, no quiero decir que no funcionen, ya que han crecido mucho en los últimos años y son una gran opción si las sabemos aprovechar buscando esos nichos específicos y no partiendo de lo general. Tener una constante retroalimentación del mercado es clave, hazlo mal y perderás tiempo y dinero.
Analiza y aprende de los ganadores, no dejes de lado a la competencia por temas de ego, pregúntate por qué se encuentran en el lugar donde quieres estar. Hay que entender bien cuáles son los principales productos que venden, qué los hace diferentes y exitosos, cuál es el poder de su marca y sobre todo la percepción de los clientes.
En resumen, enfócate en aquellos productos que tengan un mayor margen para obtener más dinero en menos tiempo. Dales valor a tus clientes entendiendo bien las emociones por las que compra —como son: seguridad, poder, exclusividad, entre otras— que después justificará con razones. Y sé asertivo en el uso de herramientas tecnológicas que permitan posicionar mejor tu negocio.