El micromanagement es un fenómeno común en el entorno laboral que, aunque a menudo se justifica como un deseo de mantener el control y asegurar la calidad, puede tener efectos negativos significativos en la moral y el desempeño del equipo.
En un artículo de la Harvard Business Review, titulado «How to Stop Micromanaging your Team» y escrito por Rebecca Knight, se exploran estrategias y consejos prácticos para que los líderes puedan superar esta tendencia y fomentar un ambiente de trabajo más autónomo y productivo.
A continuación, se detallan las recomendaciones de expertos en liderazgo sobre cómo los jefes pueden evitar el micromanagement y permitir que sus equipos crezcan y se desarrollen.
Comprende Tu Comportamiento
El primer paso para dejar de micromanejar es reflexionar sobre el porqué de este comportamiento. Según Karen Dillon, autora de la HBR Guide to Office Politics, la micromanipulación suele derivar de inseguridades personales, como el temor a que los errores del equipo reflejen mal en uno mismo. Muriel Maignan Wilkins, coautora de Own the Room, sugiere identificar las excusas comunes que utilizas para justificar la micromanipulación y concentrarte en los beneficios de dejar de hacerlo, tanto para ti como para tu equipo.
Busca Retroalimentación
Jennifer Chatman, profesora de la Haas School of Business de la Universidad de California, Berkeley, enfatiza la importancia de obtener retroalimentación para entender el impacto de tus acciones. Recomienda realizar evaluaciones cruzadas para recoger datos confidenciales de tus empleados. Esta información es crucial para comprender cómo tu micromanipulación afecta la moral y la capacidad de crecimiento de tu equipo.
Prioriza lo Importante
Un buen líder entrena y delega, según Dillon. Es fundamental determinar en qué tareas es esencial tu participación y cuáles pueden ser delegadas. Wilkins sugiere revisar tu lista de tareas para identificar las «frutas al alcance» que puedes delegar, permitiéndote enfocarte en las prioridades estratégicas donde realmente agregas valor.
Comunica Tus Prioridades
Una vez que has determinado tus prioridades, debes comunicarlas claramente a tu equipo. Dillon sugiere tener una conversación sobre las cosas que realmente importan para que tus informes directos sepan cuándo buscar tu orientación. Wilkins añade que es útil ser explícito sobre el nivel de detalle en el que te involucrarás y pedir a tu equipo que te ayude a no recaer en viejos hábitos de micromanipulación.
Da Pasos Graduales hacia Atrás
Para combatir los impulsos de micromanipulación, es útil retirarse gradualmente. Chatman recomienda hacer una prueba en un proyecto menos urgente, otorgando a tu equipo plena responsabilidad y observando los resultados. Esto también implica confiar en sus capacidades y abstenerse de una supervisión excesiva.
Construye Confianza
Es esencial que tus empleados sepan que confías en ellos. Dillon sugiere reconocer públicamente sus capacidades y otorgarles poder psicológico para liderar. Wilkins aconseja no retroceder una vez que has decidido confiar en su juicio, permitiéndoles tomar decisiones y aprender de ellas.
Conoce las Limitaciones de Tu Equipo
Finalmente, Dillon advierte sobre la importancia de brindar el apoyo adecuado sin desvincularse por completo. En ciertos proyectos o con empleados menos experimentados, puede ser necesario un seguimiento más cercano. Wilkins sugiere explicar claramente las razones de esta supervisión y ofrecer coaching para que eventualmente puedan manejar las tareas de forma independiente.
Aquí puedes hallar el artículo completo de Rebecca Knight.