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¿Cómo está afectando el coronavirus al mundo del deporte?

AFP

La Serie A del fútbol italiano ha quedado suspendida hasta el 3 de abril, una medida adoptada por el Gobierno para limitar la irrefrenable propagación del coronavirus COVID-19 que ha infectado a más de 10 mil personas y ha provocado alrededor de 630 fallecimientos en el país transalpino.

Días más tarde, la Liga Española anunció que durante las próximas dos semanas, todos los juegos del campeonato doméstico se disputarán a puerta cerrada. La nación ibérica no se ha visto tan afectada como Italia, pero en los últimos días ha observado un incremento súbito y significativo en el número de casos confirmados hasta llegar a 1,695 contagiados y 35 muertos. 

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino ha planteado la idea de cancelar los encuentros internacionales previstos para este mes, al declarar que la salud de las personas es más importante que un partido de fútbol o que cualquier otra cosa: 

Si los partidos se tienen que posponer o jugar sin aficionados por un periodo de tiempo hasta que se termine la situación, lo haremos”. 

El tenis profesional también se vio salpicado por el brote epidémico, con la cancelación del certamen Indian Wells, el cual se celebra en el Valle de Coachella, California, lugar donde se declaró estado de emergencia por el creciente número de contagiados. También peligran los certámenes de Miami y Montecarlo. 

La NBA mandó un memorándum a las 30 franquicias advirtiendo que en el futuro próximo podrían desarrollarse juegos a puerta cerrada; incluso, recomendó a los jugadores evitar interactuar con el público y dar autógrafos; mientras que a la prensa le ordenó no visitar los vestuarios para hacer las entrevistas post-partido para no elevar el riesgo de infección. 

La máxima estrella de la NBA, Lebron James, manifestó que no sería de su interés jugar un partido con el estadio vacío; sin embargo, días más tarde, el icónico jugador de Los Angeles Lakers rectificó.

Los anteriores ejemplos son solo algunos de los casos más mediáticos que ha visto el mundo del deporte durante el brote del coronavirus COVID-19, el cual alcanzó los más de 117,000 infectados y las 4,000 muertes alrededor del mundo.

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En una entrevista para Al Jazeera, el director del Centro para la Industria del Deporte de Eurasia, Simon Chadwick, manifestó que la propagación del virus se ha convertido rápidamente en una situación sin precedentes en la era moderna. Comentó que el deporte ha sido acosado en las últimas décadas por prohibiciones de drogas y boicots, pero nada se asemeja a lo vivido actualmente con el coronavirus.

«Con cada partido o evento cancelado, el impacto económico de la industria se ve minado; los ingresos por la venta de boletos se ven afectados; las ventas de ropa deportiva han bajado. Para el deporte comercial moderno, nunca ha habido algo como esto«, mencionó. 

El 24 de febrero, un alto mando del Comité Olímpico Internacional (COI) introdujo la posibilidad de cancelar los Juegos Olímpicos de Tokyo, programados del 24 de julio al 9 de agosto. Un día después, el gobierno de la ciudad japonesa salió al paso y descartó la cancelación de la justa olímpica. Sin embargo, los organizadores manifestaron esta semana que está latente la posibilidad de posponer el certamen internacional uno o dos años. 

«No creo que se puedan cancelar los JJ.OO. Si es necesario, consideraríamos un aplazamiento. El COI se enfrentaría a demasiados problemas si se cancelan, sobre todo por los derechos de retransmisión por televisión que tienen firmadas las cadenas estadounidenses«, señalaron.

En Estados Unidos se han sucedido en las últimas horas una serie de cancelaciones de eventos artísticos y musicales en los que se tenía previsto la congregación de miles de personas en un mismo lugar, como el South by SouthWest Festival en Austin Texas. 

Ahora, la amenaza de celebrar un evento sin público se cierne sobre el ‘March Madness’ nombre con el que se le define al torneo de basquetbol universitario en el que más de 60 equipos equipos se enfrascan en un maratón de partidos en 14 ciudades para determinar al campeón. 

El portal USA Today lo describe como «el generador de dinero más importante» de la National College Athletic Association de los Estados Unidos. “La iteración del evento en 2018 generó $844.3 millones de dólares solo en derechos de televisión y marketing, lo que hace que la idea de cancelarlo sea casi inmedible [su impacto]”, señala. 

Especialistas consultados por el medio norteamericano coincidieron en señalar que resulta extremadamente complejo cuantificar el impacto económico que tendría disputar competencias a puertas cerradas sin conocer a ciencia cierta qué ligas o eventos serían y durante cuánto tiempo.

Por ejemplo, el abogado Irwin Kishner, copresidente de la firma de Derecho Deportivo Herrick, Feistein, aseveró que la potencial decisión de prohibir el ingreso de aficionados a los partidos de la NBA podría aumentar el interés por la retransmisión de los encuentros, algo que podría beneficiar a las televisoras.

Atraería posiblemente a una audiencia mayor, porque ganarías a esos fanaticos que normalmente están en el estadio; y ciertamente, más gente verá los partidos, porque es una situación inédita«.

Decía Simon Chadwick que la contingencia sanitaria supone un enorme reto para los empresarios y líderes de la industria del deporte, sí, pero también para los protagonistas de la industria, es decir,  los atletas. 

El mismo reportaje de Al Jazeera dibuja la situación de numerosos deportistas que se han visto afectados indirectamente por la enfermedad . Un equipo de gimnastas chino tuvo que cancelar su participación en un certamen de Melbourne porque el país australiano vetó el ingreso de aviones provenientes del país asiático, a pesar de que ninguno de los atletas presentó sintomatología. 

Otro de los ejemplos describe la realidad del deporte en Corea del Sur, uno de los tres países más afectados por el brote vírico, en el que muchos atletas se han visto obligados a entrenar por su cuenta, en la más absoluta soledad. Sin embargo, la Federación Surcoreana del Deporte pudo enviar a sus mejores representantes a un campo de entrenamiento en Australia a mitad  de febrero, antes de que se establecieran las medidas aéreas restrictivas. 

El miedo y la preocupación también se apoderan de los deportistas. El equipo de basquetbol italiano Dinamo Sassari  abogó por jugar sin público el encuentro ante el San Pablo Burgos español ante el temor del contagio.

El periodista deportivo Guillermo Ortiz se cuestiona en su columna titulada «No todos son Lebron James: el miedo al coronavirus» cuántos Dinamo Sassari no habrá actualmente en el mundo, «cuántos golfistas, cuántos ciclistas con miedo a acabar en cuarentena durante dos semanas en un hotel de un emirato perdido”. 

“La pregunta es cuándo el espectador aprenderá a reconocer en ellos a un igual, a una persona que no sabe qué va a pasar y que a veces cree que esto no es para tanto y a veces tiene miedo (…) El deportista es ahora mismo el apátrida por excelencia y es, por tanto, uno de los grandes perjudicados de esta emergencia sanitaria. Pedir un poco de simpatía por ellos quizá no sea pedir tanto.», agrega.

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