Puesto sobre la mesa el debate del incremento de salarios en México, la principal preocupación de los empresarios es cómo hacerlo sin afectar sus utilidades y, eventualmente, reducir su productividad y capacidad de generar empleos.
Aunque advierte que, por su naturaleza, cada empresa tiene distintas posibilidades de cumplir una medida como esta, Alejandro Pellico Villar, presidente de Solidarium Consultoría, sugiere algunas estrategias que todos los negocios pueden aplicar.
- Identifica quiénes ganan menos: “No necesariamente el salario mínimo”, precisa el empresario, pero sí los trabajadores que tienen percepciones más bajas.
- Analiza cómo entienden la productividad: Aunque se ha definido a nivel mundial como “el valor económico que genera cada trabajador por hora en su trabajo”, no todos los trabajadores lo entienden así y muchas veces eso tiene que ver con cómo trabajan.
- Diseña junto con ellos estrategias para incrementarla: Pellico Villar asegura que “cuando se traduce y se entiende qué es productividad para esos trabajadores, se puede establecer junto con ellos mediciones que puedan garantizar que esos trabajadores están siendo productivos y pactar, en colaboración con los sindicatos, cuáles van a ser esos excedentes que se pagarán por esas cuestiones de productividad”.
Aunque reconoció que hace falta mayor sensibilidad del empresariado en torno al tema, el ex director de ADO y miembro de la Unión Social de Empresarios de México (USEM), señaló que aun con la implementación de estas estrategias es necesaria una participación decidida del gobierno.
“Una cosa que sí se puede hacer… es que todos los incentivos de productividad que den los empresarios sean deducibles de impuestos, porque el gobierno de repente pide y pide demás, pero el tema es: cómo nos pide y cómo también el gobierno haría un esfuerzo. Entonces de esta manera el esfuerzo que haría el gobierno es: eso que te iba a pagar yo de impuestos, házmelo deducible de impuestos para que se los lleve el trabajador”, planteó.
Como han repetido las organizaciones patronales y empresariales, Pellico insistió en que un aumento salarial por decreto o sin estímulos fiscales será perjudicial a la generación de empleo porque afectará directamente a las Pymes, que integran hasta 95 por ciento del sector productivo en México.
“Si solamente lo hace el empresario, lo que ocurrirá es que la base salarial irá creciendo; eso reducirá la productividad global de las empresas y eso hará que, sobre todo las pequeñas y medianas empresas, vayan a la quiebra”, finalizó.