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¿Cómo crear oportunidades del COVID-19?

Por Xicoténcatl Morales Hurtado, CEO SELF México

Dicen que después de las mortales tormentas que azotaban a los navíos medievales, los marineros gritaban al ver tierra firme: OPPORTUNITAS… que traducida del latín significa “cerca del puerto”.

La innovación gerencial nos invita a prepararnos aún antes de que las amenazas afecten a las organizaciones en un sentido grave. Hay crisis –como el COVID-19– que nos estimulan a pensar medidas alternativas para conseguir el cometido que guía las actividades empresariales y conduce a sus objetivos más elevados.

Clay Carr dijo alguna vez: “pagamos un precio muy alto por aprender de nuestros errores, cuando deberíamos enterarnos de ellos mucho antes de que su cara menos amable nos salga al encuentro”.

Los fallos sutiles que suelen entorpecer las prácticas de una compañía, no sólo tienen su causa en las estrategias inadecuadas que se implementan al interior de la misma, sino que –la mayoría de las veces– son por las omisiones y negligencias que dejamos desarrollar sin advertir sus peligros.

¿Dónde estamos?

En caso de que la Fase 3 de esta pandemia sea anunciada de forma definitiva, muchos empresarios se verán obligados a reducir al máximo las actividades productivas y tendrán que revalorar sus posiciones en el sector donde compiten. 

Lo mismo sucederá con la estimación de sus recursos, objetivos y fortalezas que, de ser sopesadas correctamente, les deben arrojar un panorama mejor de sus mercados y estrategias.

Para ello hay actitudes que se requieren implementar a la brevedad, demostrando que la forma más efectiva de salir de una dificultad es pensar fuera del cuadro. Pero sobre todo, asumiendo actitudes optimistas. 

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¿Cómo lo hacemos?

¿Qué queremos?

Luís Soldelvila afirmó: “Jamás construirás la mejor versión de ti mismo, si te concentras en mejorar tus puntos débiles”, Luís Soldelvila. 

Antes de esta contingencia sanitaria, muchas empresas trataban de minimizar lo que reflejaba una imagen disminuida de sus servicios o productos, desgastándose en tratar de subsanar debilidades en vez de potencializar sus verdaderas fortalezas.

Por supuesto que, para lograr crecimiento necesitamos filtrar las amenazas y no ser ingenuos con respecto a su presencia o impacto: si no conocemos nuestras áreas débiles, nunca podremos enfrentarlas. Sin embargo, los cambios que quieres lograr se desprenden de tres grandes elementos que hoy puedes poner al centro de una discusión con tu equipo de trabajo:

Autoconocimiento (Pregúntate: ¿qué nos muestra esta contingencia sobre nuestra empresa? ¿qué experiencia nos está dando sobre los riesgos, competidores u objetivos de mediano y largo plazo?).

• Actitud (Reflexiona: ¿actuamos ante la crisis como una organización unida, empática, con responsabilidad social?, ¿nuestra actitud ante los proveedores y clientes ha sido la mejor?).

• Acción (Indaga: ¿esta contingencia desafío el ciclo de vida de nuestro producto?, ¿nos invitó a invertir en nuevas tecnologías?, ¿hay algo que hemos dejado de hacer o que estemos haciendo incorrectamente?).

¿Cómo llegaremos a nuestra meta?

Hay empresas que tienen acceso a algún recurso de manera única y quizás no lo están explotando adecuadamente, o bien poseen habilidades superiores que no han sabido potencializar para incrementar sus ventajas.

Descubrir estos factores y acompañarlos de una metodología creativa, incentivando la capacidad de aprendizaje o mejorando sus destrezas organizativas son tareas que pueden motivar grandes y muy redituables transformaciones.

Vivimos tiempos de transición que nos están obligando a observar este tipo de crisis como aliadas de nuestro crecimiento. Es probable que de momento no encontremos el significado que la recesión anunciada (a manera de una tempestad feroz en medio del mar), pero la innovación gerencial está apuntando su dedo en una dirección llamada OPORTUNIDAD.

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