Comprar una casa puede ser una de las decisiones más importantes de nuestra vida. En esta época, las alternativas son muy variadas. A la hora de elegir tomamos en cuenta aspectos como el número de habitaciones, tipo de acabados, ubicación, seguridad de la zona, plusvalía, entorno, certeza legal al adquirirla y por supuesto, el precio.
Buscamos que nuestra casa refleje el estilo de vida que llevamos. Nos fijamos si hay un espacio para que jueguen nuestros hijos, si queremos un jardín grande para invitar a familiares y amigos, si podremos dar paseos en bicicleta, si tendremos que pasar mucho tiempo en el auto debido a los largos trayectos o si queremos disfrutar de la naturaleza, conservando las comodidades de la ciudad.
La vida acelerada que llevamos nos ha hecho perder cosas importantes que nos hacen disfrutar de la vida: la convivencia con el entorno, los espacios para que los niños jueguen dentro y fuera de la casa, que los adultos puedan disfrutar de un atardecer o que una madre lleve a dar la vuelta a su hijo en el triciclo.
En la ciudad hay un concepto que logra combinar estética, funcionalidad, seguridad, respeto a la naturaleza y la tecnología que demanda la vida moderna. Se llama Alberia y se trata de un fraccionamiento cerrado al poniente de la capital, ubicado en la intersección del boulevard Adolfo Ruiz Cortines y la avenida Del Valle.
Estas casas de nivel medio-residencial cuentan con un sistema de tecnología llamado “Hometech” que combina tres aspectos: seguridad, entretenimiento y confort.
Líder Empresarial realizó un recorrido por el desarrollo y comprobó las ventajas que ofrece Alberia. Cada casa tiene su propia chapa electrónica que puede abrirse al digitar una clave sobre el panel y desde una aplicación instalada en un teléfono inteligente. Con la cámara que tiene instalada en la fachada se puede ver quién está tocando la puerta.
Desde la aplicación también es posible encender y apagar las luces, abrir las persianas, controlar el riego del jardín o encender la cafetera. Los directivos de Alberia explican que esta tecnología tiene muchas más aplicaciones.
Por ejemplo, si la familia está de vacaciones puede abrir la puerta desde su teléfono a la persona encargada de alimentar a las mascotas o regar las plantas. Al tocar el timbre, el propietario ve desde su aplicación quién es y abre la puerta si lo desea.
Si una madre quiere monitorear el cuarto de su bebé solo tiene que programar el sensor de movimiento. Una alarma le avisará en su móvil si el niño se mueve.
Las luces se pueden programar para que se enciendan cuando la luz solar no sea suficiente o cuando detecten movimiento y apagarse cinco minutos después. Esto resulta útil cuando la persona llega de las compras con las manos ocupadas o si le da sed a mitad de la noche y necesita ir a tomar agua. También es posible conectar el sistema de alarma, el home theater, la televisión y el equipo de sonido.
Estamos seguros de algo: Quien visite Alberia, encontrará que su eslogan “Vida en Equilibrio” no podría ser más preciso.