Por Stephanye Santacruz
La salud es un bien que todos buscamos. No importa a que nos dediquemos, siempre vamos a desear encontrarnos en este equilibrio. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alcanzar un estado “saludable” es contar con un completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
El poder tener un estado de salud óptimo implica tener cuidado en nuestra alimentación, dando prioridad a alimentos ricos en vitaminas, minerales, probióticos, entre otros. Todos estos nutrientes nos ayudan a fortalecer estas defensas en niveles adecuados.
¿A qué nos referimos al hablar de “niveles adecuados”? Lo resumo en tres puntos:
- Disminuye la probabilidad de poder adquirir enfermedades respiratorias, digestivas, etc.
- Los antígenos peligrosos son eliminados por funciones (reacciones especializadas) de nuestro propio organismo. (neutrófilos, macrófagos, mastocitos, etc.)
- Órganos mantienen un equilibrio adecuado de salud.
Para tener las defensas adecuadas requerimos ingerir ciertos tipos de minerales, vitaminas e incluso grupos de alimentos específicos.
Dentro de los suplementos que clasificamos la semana pasada por AIS (Australian Institute of Sport) que pertenecen al grupo A -suplementos que se encuentran científicamente comprobados en cuanto a su función- vamos a encontrar los multivitamínicos y los probióticos.
Casi siempre, los primeros los podemos adquirir dentro de nuestra alimentación. Si, así es, existen alimentos que nos pueden ayudar a potencializar un estado de salud por tener estas propiedades.
Dentro de nutrimentos que nos ayudan a potencializar nuestras defensas existen minerales y vitaminas que podemos encontrar en algunos alimentos, como, hierro, cobre, selenio, zinc, vitaminas liposolubles (A, E, D, K), vitamina C, etc.
Todos ellos podemos encontrarlos en frutas, verduras, semillas, grasas benéficas, alimentos de origen animal, por lo que siempre el cuidar la variedad en nuestra alimentación debe ser prioridad. Los excesos no son positivos. El abuso de minerales o vitaminas exógenos (suplementos) no potencializarán los efectos positivos de estos, incluso puede ser arriesgado hacerlo por lo que hay que recurrir a un profesional de la salud que tiene conocimiento de los requerimientos adecuados.
Dentro de nuestras barreras de defensas tenemos incluso bacterias que son benéficas y que nosotros conocemos como probióticos.
El nombre de probiótico significa “a favor de la vida”, es un nombre designado a las bacterias que tienen efectos beneficiosos para los animales y humanos.
Estas bacterias las encontramos en diferentes puntos de nuestro tracto digestivo y nos ayudan a mantener nuestra salud, el consumo constante de medicamentos, enfermedades digestivas, entre otras cosas, pueden disminuir nuestro número de probióticos, viéndose comprometido nuestro estado de salud, por lo que ya también podemos adquirirlos en suplementos.
El tener una alimentación apropiada va más allá de perseguir una apariencia física. Ya que la disminución de estos nutrimentos se correlaciona a mayor susceptibilidad de padecer infecciones. Muchos de ellos siguen en investigaciones para poder asegurar sus funciones en el organismo, lo que sí es un hecho es que su presencia en nuestra alimentación es indispensable; incluso, su suplementación en algunos periodos de enfermedad pueden ser claves para acelerar la recuperación.
Los alimentos con estas propiedades reciben el nombre de alimentos funcionales, ya que aparte de brindarnos nutrición, nos dan propiedades con efectos positivos y beneficiosos a la salud
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