En una decisión que ha generado preocupación en los sectores económicos y políticos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva para imponer aranceles del 25 % a las importaciones de México y Canadá, y del 10 % a las de China.
La Casa Blanca justifica la medida como una presión para que estos países refuercen su control sobre el tráfico de drogas y la migración ilegal. Sin embargo, expertos advierten que estas sanciones comerciales podrían generar represalias, afectar la estabilidad cambiaria y perjudicar industrias clave en ambos lados de la frontera.
¿Qué dicen los especialistas sobre los aranceles establecidos por Trump?
1. ¿Puede haber una salida rápida para México?
Jason Marczak, vicepresidente y director senior del Adrienne Arsht Latin America Center en Atlantic Council, señala que México podría aplicar una estrategia similar a la de 2019 en respuesta a los aranceles de Trump.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha instruido a Marcelo Ebrard a implementar un «Plan B», posiblemente con represalias arancelarias dirigidas a productos de estados clave en la política estadounidense, como carne de cerdo de Iowa o productos industriales de Michigan y Ohio.
Trump podría buscar un «triunfo rápido», como en el caso de Colombia, donde una amenaza arancelaria reciente forzó concesiones inmediatas. Sin embargo, Marczak advierte que México y Canadá no son Colombia, lo que podría hacer que las negociaciones sean más complejas.
2. Los aranceles a México son contraproducentes para la meta de frenar la migración
María Fernanda Bozmoski, directora de impacto y operaciones en el Adrienne Arsht Latin America Center, considera que la imposición de estos aranceles socava el objetivo de Trump de reducir la migración.
Paradójicamente, los fabricantes estadounidenses ahora tendrán incentivos para abastecerse desde China en lugar de México. La medida podría afectar seriamente la economía mexicana, debilitando el peso y reduciendo hasta un 10 % sus exportaciones, con una posible contracción del PIB de hasta 4 %.
Además, marca un cambio en la relación bilateral, al vincular explícitamente la cooperación económica con temas de seguridad. Esta decisión también llega en un momento inoportuno, justo cuando el secretario de Estado, Marco Rubio, busca fortalecer relaciones con Centroamérica.
3. Impacto en refinerías y el sector automotriz estadounidense
Joseph Webster, senior fellow en el Atlantic Council’s Global Energy Center, advierte que las refinerías de Texas y del Medio Oeste enfrentarán costos más altos debido a los aranceles sobre el crudo mexicano y canadiense, reduciendo su competitividad en mercados como América Latina.
Además, el sector automotriz estadounidense, profundamente interconectado con México y Canadá, sufrirá un impacto significativo, lo que podría ralentizar el desarrollo de vehículos autónomos. En particular, Michigan podría verse gravemente afectado, ya que la industria de movilidad representa el 27 % de su producto estatal bruto.
Volatilidad cambiaria
La imposición de aranceles del 25 % a las importaciones mexicanas por parte de Estados Unidos podría generar una fuerte volatilidad en el tipo de cambio y afectar el crecimiento económico del país.
De acuerdo con economistas de BBVA, el peso mexicano podría superar inicialmente los 24 pesos por dólar antes de estabilizarse en torno a los 23 pesos por dólar hacia finales de año. Además, estiman que el PIB de México podría caer hasta un 1.5 % si la medida se mantiene durante la mayor parte del año. Advierten que la incertidumbre persistirá hasta que se defina un equilibrio en la política arancelaria entre ambos países.
Expertos advierten sobre los efectos negativos de los aranceles de Trump
Según un artículo de The Guardian escrito por Steven Greenhouse, diversos economistas y expertos consideran que la imposición de aranceles a México y Canadá por parte de la administración de Donald Trump traerá más perjuicios que beneficios para la economía estadounidense y mundial.
El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz advirtió que los aranceles serán inflacionarios y podrían provocar represalias comerciales de otros países. Marcus Noland, del Instituto Peterson de Economía Internacional, señaló que estas medidas afectarán el crecimiento económico de EE.UU., aumentarán la inflación y podrían generar una guerra comercial.
Por su parte, el economista canadiense Jim Stanford destacó que los aranceles del 25 % sobre la industria automotriz afectarían gravemente tanto a Canadá como a EE.UU., encareciendo la producción debido a la interconexión de las cadenas de suministro.
Asimismo, Eswar Prasad, de la Universidad de Cornell, alertó que las exportaciones estadounidenses se verán perjudicadas, ya que otros países impondrán barreras arancelarias y el dólar se fortalecerá, reduciendo la competitividad de los productos de EE.UU. en los mercados globales.
Otros expertos señalaron que la incertidumbre generada por estas medidas afectará la inversión y la creación de empleo, mientras que Lindsay Owens, del Groundwork Collaborative, criticó que los aranceles terminarán afectando más a los consumidores de menores ingresos, contradiciendo la promesa de Trump de reducir los costos para las familias estadounidenses.
Finalmente, el economista Paul Krugman cuestionó la legalidad de estos aranceles, señalando que violan el T-MEC, lo que pone en entredicho la credibilidad de EE.UU. en acuerdos comerciales. Noland concluyó que esta política podría deteriorar las relaciones internacionales de Washington, generando resentimiento y antagonismo global.








