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¿Cómo afecta la decisión de la OPEP al precio de los combustibles?

El consenso logrado entre Arabia Saudita y Rusia en poner fin a la guerra en los precios del crudo, formalizado en el acuerdo alcanzado entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y las principales naciones productoras ajenas al organismo, naturalmente conducirá al restablecimiento paulatino de los precios del crudo y los combustibles.

La resolución determinada en la reunión el jueves 9 de abril establece el recorte en la producción de 10 millones de barriles de petróleo diarios a nivel global, un movimiento para restringir la oferta de crudo en un momento en que la demanda ha bajado dramáticamente, producto de la crisis por el coronavirus COVID-19 que ha puesto en confinamiento a más de 3 mil millones de personas en el mundo.

El petróleo no se está vendiendo, lo que está conduciendo a una acumulación de crudo, pero la capacidad de almacenamiento es limitada a nivel internacional. Se habla que de seguir así la tendencia, en un mes ya no habrá capacidad para almacenar más petróleo y esto generaría una crisis fuertísima en la industria petrolera”, explica Jesús Torres socio director de ONCE Business Consultants para Energía.

Derivado de lo anterior, Arabia Saudita y Rusia dieron marcha atrás a la guerra de precios emprendida por ambos países y acordaron, junto con Estados Unidos, hacer un recorte a la producción de crudo.

Naturalmente, esto conducirá a una recuperación en los precios del petróleo y, de manera lógica, también en los productos derivados como los combustibles”, señala el especialista. Sin embargo, advierte que esta decisión no va a modificar la demanda del producto, pues el bajo consumo es ajeno a los precios que ofrece el mercado, sino que obedece a las medidas de restricción en la movilidad de las personas en la mayoría de los países del mundo para frenar la propagación del virus SARS-CoV-2.

En el mes de marzo, en México, la venta de gasolina de bajo octanaje y diesel cayó 50 por ciento en las estaciones de servicio; mientras la premium sufrió un desplome del 70 por ciento, según estimaciones de Grupo Ciita.

Sí, el precio va a subir, pero no esperamos que eso haga que la demanda baje aún más. La demanda bajará porque la gente sigue sin moverse”, acota Jesús.

Si el consenso logrado ayer por los países petroleros alcanza su ratificación, los precios por barril de crudo podrán volver hacia los 30-35 dólares por unidad, una cifra considerablemente más alta a la actual. Por ejemplo, tras la negativa de México de sumarse ayer por la noche al acuerdo con la OPEP y los países productores, la mezcla mexicana cerró en 16.54 dólares por barril.

La recuperación en los precios del petróleo conllevaría a un restablecimiento en el precio de los combustibles en las estaciones de servicio del país, quizá un peso más bajo de lo mostrado antes de que la pugna entre Arabia Saudita y Rusia iniciara, sostiene el experto.

“Entendible”, postura de Gobierno Federal

La postura adoptada por el Gobierno Federal, a través de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, de no aceptar una reducción de 400 mil barriles diarios en la producción de crudo nacional como lo planteó la OPEP ha levantado suspicacias y polémica desde diversos frentes.

Sin entrar a calificar su renuencia de acceder a la petición de las potencias petroleras, el socio director de ONCE Business Consultants para Energía recuerda que el Gobierno Federal ha impulsado y defendido desde el inicio de sexenio su estrategia de incrementar la producción petrolera.

La situación planteada por los países petroleros va en contra de esta estrategia, pues no solo pide no incrementar la producción de crudo, sino que exige reducirla. Desde ese punto, es entendible la postura del Gobierno, ya que está siendo congruente con su política pública; sin embargo, esa posición resulta contraria a los fundamentales de la economía actual del mercado petrolero internacional”, opina Jesús Torres.

El especialista considera que la petición de reducir prácticamente el 25 por ciento de la producción de crudo mexicana, no necesariamente tendrá un efecto directo en los precios, ya que México es responsable de alrededor del 2 por ciento de la oferta mundial de petróleo.

 “No somos un actor importante en el mercado en el sentido de que podamos influir en los precios. 400 mil barriles diarios es demasiado para México y dada la posición del país dentro del contexto internacional, no pareciera tan relevante; el problema de fondo es el mensaje que se da y que alguno de los países relevantes puede tomar como pretexto la renuencia de México para tomar ventaja en la negociación”, sostiene.

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