El ecosistema emprendedor en México ha sido impulsado, entre otros factores, por la aparición de fondos de inversión de capital privado que ayudan a financiar a las empresas y llevarlas a un nivel superior.
Una muestra del crecimiento de estos fondos lo refleja la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP). Creada en 2003 con cuatro fondos, actualmente aglutina más de 110 firmas de capital privado enfocadas a invertir en negocios en etapa temprana o de fuerte crecimiento.
Si bien la proliferación de estas entidades de inversión ha resultado benéfica, es natural que no puedan atender a todos los proyectos que acuden a ellas. La revista Entrepreneur recoge declaraciones de Satya Patel, fundador de Homebrew Management LLC (firma internacional de capital de riesgo), en las cuales indica que solo el 1 por ciento de las empresas que solicitan financiamiento a fondos de capital privado consiguen su objetivo. Una cifra ínfima.
Ante este arduo reto, es preciso que los emprendedores y empresarios conozcan en qué se basan generalmente los ángeles inversionistas (AI), los fondos de capital emprendedor (VC) y los fondos private equity (PE) para determinar en qué invertir.
Israel Pons Álvarez, CEO de Angels Nest Holdings, una red de ángeles inversionistas, y presidente del Comité Técnico Nacional de Emprendimiento del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), habla sobre el tema.
¿En qué se fijan los fondos de inversión?
Sean AI, o fondos de VC o PE, en lo primero que se fijarán es en el emprendedor y su equipo. «Ves si el emprendedor lidera a su equipo, la ejecución de su plan, su historial, su experiencia, si tiene fracasos. Un buen modelo de negocios con un mal emprendedor está destinado a fracasar”.
En segundo lugar, se encuentra el modelo de negocio, el cual debe ser muy sencillo de entender: a quién le vendes y cómo haces dinero.
El tercer punto es la escalabilidad. “Es un tema de ganar mercado. Lo que quieres como inversionista es que tu dinero se utilice para que el proyecto crezca exponencialmente», resume Pons.
El cuarto factor es el futuro del sector bajo el cual la empresa esté operando. «Lo que ve el inversionista es cuánto puede llegar a valer el proyecto, para ver si puede multiplicar su dinero. Si hay una tendencia positiva, es posible que un inversor más fuerte compre sus acciones y le permita salir con beneficios”.
Recomendaciones
- Haz match con el fondo
El primer paso es que tu empresa esté alineada con la tesis de inversión de los ángeles inversionistas o de los fondos de capital privado, sean VC o PE. «El emprendedor debe investigar si su negocio empata con el fondo. Hay algunos que solamente se especializan en agrotech, otros en salud, algunos en fintech. Debe de estudiar los fondos antes de tocar la puerta», dice Pons Álvarez.
- Sé concreto
Una vez que el fondo se mostró abierto a conocer tu proyecto, por lo general solicita que envíes un documento con la información relevante. Sé concreto y conciso. “Envía un resumen ejecutivo de pocas hojas (no más de dos), en el cual expliques de qué trata la empresa, qué es lo que haces, cuál es tu innovación y qué es lo que estás buscando». Esto permitirá que el fondo actúe y te responda de forma más rápida.
- Prevé los tiempos
Considera que el proceso de inversión toma su tiempo. No porque haya habido una toma de contacto positiva significa que te aportarán el capital de manera instantánea. Pons Álvarez menciona que en el caso de los AI, el proceso puede prolongarse de seis semanas a cuatro meses. En los VC o PE, los tiempos se alargan entre ocho y doce meses.
«Es fundamental tener suficiente dinero para operar durante el proceso de levantamiento de capital; porque si el fondo de inversión tarda en apoyarte, corres el riesgo de quedarte sin flujo o sin dinero».
¿Qué no hacer? Los errores más habituales
- No marques fechas límite
«Nunca le digas a un inversionista que necesitas el dinero para una fecha en específico. No hay nada peor que le pongas reglas de cuándo debe entrar el dinero». Esa actitud podría alejar definitivamente al inversor, enfatiza Pons.
- Valuaciones, no tan recomendadas
Un error muy habitual es que las personas se presenten con una valuación hecha por alguien que no ha invertido en su proyecto y por ello, piensen que su idea vale más de lo que en realidad es. O peor aún, que su valuación esté basada en los valores que se manejan en Silicon Valley y Estados Unidos. “En el momento en que un inversionista escuche que la valuación está basada en el modelo económico de Estados Unidos, va a perder interés y se va a ir».
- No desesperes, todo lleva su tiempo
Una entrevista no es suficiente para cerrar la inversión. Ten en cuenta que los AI, y los fondos de VC y PE necesitan estar seguros para decidir por quién invertir. Por eso, lo importante es hacer química con tu inversionista, lo cual lleva tiempo.