Según las estimaciones de la Comisión Europea, se prevé que la economía de la región se contraiga un 8.7% durante el 2020, por lo que se pretende llevar a cabo un programa de recuperación (2021-2027) que beneficie al bloque. Aun cuando los países del sur están a favor de la medida, los «frugales» del norte no están convencidos, de ahí que el presidente del Consejo, Charles Michel, intentará adaptar el presupuesto hasta captar los intereses de los 27 países.
La disparidad de condiciones supone un análisis detallado por el Consejo; ya que los países del sur son los más afectados por la pandemia y también los que acarrearon deudas más grandes. En cambio, en los del norte, la situación, aunque desesperanzadora, se encuentra más estable. El presupuesto inicial estaba planeado en 1.1 billones de euros más un fondo de recuperación de 750 millones de euros; de manera que bajarlo significa acotar las acciones.
En la más reciente actualización del plan, Michel propuso disminuir 2.36% del presupuesto para 2021-2027, pero mantener intacto el fondo de recuperación. Este nuevo planteamiento se dará a conocer a los 27 países que conforman el bloque durante la cumbre que se llevará a cabo la próxima semana. Dicho plan contempla los descuentos en contribución, asignados a países como Alemania y Holanda.
Respecto a la distribución del fondo, la mayor parte (70%) se concentrará en 2021 y 2022; mientras que en 2023 el 30% se repartirá en función a la caída o recuperación del PIB durante el periodo primario en cada país. Esto se hará con el fin de identificar las problemáticas y atenderlas oportunamente, acción que beneficiará sobre todo a España e Italia. Antes de iniciar el proceso de solicitud del apoyo, el Consejo solicitará una revisión de los planes y estrategias que el país esté implementando en ese momento.