La semana anterior platicamos acerca de la importancia de establecer las metas y el camino para llegar a ellas, y un concepto importante para ello es la autoestima.
Y aprovecho para redundar el concepto de la semana anterior: si pretendemos que nuestro negocio prospere y que nuestro equipo comercial tenga el éxito esperado en las ventas, debemos cultivar la autoestima de nuestros empleados con constancia.
La autoestima es la punta de una pirámide que tiene escalones que me permiten alcanzarla. Dicha pirámide escala a través de seis niveles mentales de aprendizaje sobre uno mismo:
- El primer escalón es el autoconocimiento: implica conocer o percibir algunos aspectos como nuestras necesidades, habilidades y manifestaciones del personaje interno, los roles o papeles que vivimos y a través de los cuales nos expresamos.
- El segundo nivel es el autoconcepto: la imagen que se puede tener de uno se conforma por una serie de creencias que se manifiestan en actitudes y en la conducta. Si alguien se considera un vendedor dispuesto y capaz, su autoconcepto será rico y podrá ser un triunfador.
- El tercer nivel es la autoevaluación: el Ejecutivo Comercial deberá tener la capacidad para evaluar las cosas como buenas o malas. Los valores indican satisfacción, interés, enriquecimiento, crecimiento, desarrollo, madurez y aprendizaje en la profesión de ventas.
- El cuarto peldaño es la autoaceptación: es admitir quiénes somos, ni más ni menos. Significa reconocer, interpretar, admitir y describir todas las partes de nuestro yo. Auto aceptarnos implica ser humilde sin falsas modestias. Solo con aceptarnos podemos cambiar de ser vendedores a súper vendedores.
- El quinto escalón es el autorrespeto: básicamente consiste en interpretar, comprender, canalizar y expresar en forma conveniente nuestros sentimientos y emociones. Es satisfacer necesidades y valores, sin hacernos daño ni culparnos. Se puede entender como un silencioso respeto por uno mismo y por los demás.
- El sexto es finalmente la autoestima: podemos amar a los demás si nos amamos a nosotros mismos y por ende podremos despegar al éxito cuando existe ese amor por uno mismo, ni más ni menos.
En pocas palabras, autoestima es una percepción de uno mismo. Si un vendedor tiene poca confianza para vender o si se considera inferior a otros colegas vendedores, seguramente carece de autoestima. Por el contrario, si se tiene mucha confianza y no se considera inferior a nadie, su autoestima es alta.
La oportunidad coincide con la preparación. La mayoría de las veces se elige a ejecutivos de ventas con alta autoestima para obtener éxito en los planes comerciales.
El profesional de ventas no huye de los desafíos, respeta sus habilidades y aptitudes y tiene motivación de logro.
La autoestima es, pues, una gran habilidad para vender, para alcanzar nuestros sueños, objetivos, metas y deseos, y llegar a una autorrealización plena, independientemente de si nos dedicamos al área comercial o en cualquier otra área productiva.
Vale la pena también intentar dar un giro menos puntual y trabajar en la autoestima de tus empleados y colaboradores.
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