Hace no muchos años, específicamente entre el 2013 y 2014; solía tomar una ruta alterna para llegar puntual y relajado a mis clases de las 7 am, en mi Alma Máter localizada allá por la comunidad de Pocitos.
Mi trayectoria en ese entonces, consistía en conducir casi en su totalidad la Avenida Aguascalientes Poniente en sentido Sur-Norte, para posteriormente incorporarme a la avenida que me llevaría al denominado “Antiguo Camino a San Ignacio”; el cual, representaba para mí una forma de relajarme del bullicio y tráfico matutino, donde se podía apreciar un bello amanecer enmarcado por un antiquísimo puente colonial al margen del extinto río San Pedro; extensos terrenos utilizados como potreros donde algunos cuantos caballos reposaban. Un paisaje que resultaba muy peculiar y a la vez muy contrastante entre el campo y la ciudad.
Sin embargo, todo lo anterior tarde temprano cambió por dar paso a la vorágine urbana, se aprobaron nuevos fraccionamientos cerrados, sin contar siquiera con la infraestructura urbana necesaria tales como vialidades primarias o colectoras y secundarias, sin un nuevo puente vehicular que le diera una dignidad correspondiente al actual; con consecuencias sociales al mediano plazo.
En consecuencia, la zona poniente de Aguascalientes se percibe como una suerte de laberinto de fraccionamientos cerrados orientados al uso intensivo del automóvil con áreas verdes privatizadas; vialidades insuficientes, puentes vehiculares generadores de tráfico inducido y sin una “visión” de ciudad, de una sociedad más cohesionada en todos los ámbitos.
En otras palabras, hace falta una mejor Planeación y Desarrollo Urbano, que sea la base de la Movilidad Urbana y Social, para facilitar la cohesión social; trayendo consigo otras bondades más…
Fundamentando lo antepuesto, en distintas publicaciones tanto de revistas especializadas y de contenido relacionado en internet, se menciona que las ciudades con una adecuada planeación contarán con:
- Espacios verdes inteligentes y realmente para la convivencia.
- Movilidad Alternativa y creación de ciudades caminables.
- Comunidades amenas, es decir, incentivos para un adecuado equipamiento urbano.
- Amenidades para todo tipo de estilos de vida, es decir, espacios que generen identidad y cohesión cultural y social; traducido también en un fuerte sentido de comunidad.
- Propiciación de Desarrollo Económico, a través de ciudades compactas, inteligentes, interconectadas con una adecuada movilidad e interacción social.
En adición, restringiendo la expansión de la mancha urbana, la especulación inmobiliaria, entre otros actos; se pudiera contar con una ciudad más vertical, con un Desarrollo Orientado al Transporte (DOT) ; con un Centro Histórico más peatonalizado y algunos cuantos sectores contenidos dentro del Primer Anillo; así mismo, con restricciones para los tenedores de grandes extensiones de lotes baldíos. Y por último, una gran labor de promoción cultural, tales como espacios de recreación artística, actividades o eventos para todo tipo de edades; el ejemplo más significativo de ello es “Callejero” y “San Pedro de Pinta”, actividades sociales envidiables llevadas a cabo en Monterrey todos los Sábados y Domingos respectivamente, para la convivencia.
Si bien, algunas de estas cuantas ideas ya están incluidas en el Plan Estatal de Desarrollo o incluso en las legislaciones locales relacionadas, será una interesante y titánica labor que se lleven a la práctica.
Hagamos que Aguascalientes siga siendo una sociedad armoniosa y con calidad de vida, donde podamos seguir conviviendo y experimentando una cohesión social. No dejemos que nos convirtamos en una sociedad polarizada, desentendida de los demás, bajo grandes muros de condominios y divididos por grotescos puentes vehiculares.