Icono del sitio Líder Empresarial

Claves para entender la nueva legislatura

«No ha pasado ni un mes de la nueva legislatura y en la Cámara de Diputados ya se delinean las nuevas claves de las negociaciones y acuerdos. ¿Podrá el bloque opositor mantener su cohesión frente a la 4T?«

Por Ernesto Núñez Albarrán
@chamanesco

Una nueva configuración de las fuerzas políticas dio pie a nuevos equilibrios en el Congreso de la Unión.

Acaso arrepentido de haber dado todo el poder a Andrés Manuel López Obrador en 2018, el electorado decidió quitarle a su partido (Morena) y aliados (PT y PVEM) la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y obligar al presidente a negociar para sacar adelante las reformas constitucionales que desea en la segunda mitad de su sexenio.

Esto hará que los líderes de Morena en San Lázaro tengan que dialogar y construir acuerdos, más que mayoritear y aplicar la aplanadora legislativa, como hicieron en los últimos tres años.

El escenario en San Lázaro se parece ahora al del Senado, donde Morena y sus aliados no alcanzaron las dos terceras partes en 2018, lo que obligó a Ricardo Monreal y los senadores morenistas a subir a la oposición a los acuerdos legislativos. 

López Obrador ha dicho que buscará sólo tres reformas en lo que resta de su gestión:

Para las tres reformas es necesario modificar la Constitución; eso obliga al presidente, su partido y sus aliados en el Congreso a conseguir más de 333 votos; es decir, dos terceras partes de la Cámara.

Tras los comicios del 6 de junio, la calificación de las elecciones y los primeros reacomodos en San Lázaro, Morena inicia la LXV Legislatura con 201 diputaciones. El Verde tiene 43 y el PT 33. 

Te puede interesar:

La coalición Juntos Hacemos Historia suma 277 asientos, que le dan la mayoría absoluta con la que puede modificar leyes secundarias y aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación. El presidente López Obrador ha celebrado esas dos facultades como el principal triunfo de su movimiento en los comicios.

Sin embargo, la coalición oficialista está a 57 votos de la mayoría calificada: necesita negociar con la oposición para aprobar reformas constitucionales o tratar de conseguir uno a uno los votos que le hacen falta.

La coalición Va por México, por su parte, decidió trascender la alianza electoral y convertirla en legislativa, con lo que pretende potenciar su fuerza: 114 diputaciones del PAN, 71 del PRI y 14 del PRD.

Saben que unidos valen más sus 199 votos, que dispersos y desorganizados.

Movimiento Ciudadano decidió jugar aparte, por lo que sus 23 diputaciones podrían jugar con uno u otro bloque dependiendo del tema. Aunque por las declaraciones de sus líderes (el senador Dante Delgado, el dirigente Clemente Castañeda y el diputado Jorge Álvarez Maynez), todo parece indicar que actuarán como fuerza opositora a la 4T.

¿Puede Morena sacar los 57 votos que necesita en reformas constitucionales de entre sus opositores? Ésa es la gran pregunta en los albores de la nueva legislatura.

En un escenario anunciado por el propio AMLO días después de las elecciones del 6 de junio, la 4T podría apostar a una alianza con un sector del PRI.

Hacia allá apuntan los guiños de López Obrador al tricolor y gobernadores salientes como el sinaloense Quirino Ordaz, a quien le fue otorgada la embajada en España como una retribución por lo que AMLO llama “no haberse metido en las elecciones”; o lo que es lo mismo, haber operado en favor de Morena y su gobernador electo Rubén Rocha.

Con ese movimiento, el mensaje de AMLO para los gobernadores del PRI que están dejando sus estados en estos días y semanas en los estados donde ganó Morena (Campeche, Colima, Guerrero, Tlaxcala, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Zacatecas) es claro y puede resumirse en la frase atribuida a Benito Juárez:

“para los amigos, justicia y gracia; para los enemigos, la ley a secas”.

¿Tendrá eso alguna repercusión en la actuación de los diputados del tricolor? Puede ser.

La respuesta la tienen en sus manos el dirigente priista Alejandro Moreno y el coordinador del PRI en San Lázaro, Rubén Moreira. Ambos exgobernadores, uno de Campeche y otro de Coahuila, se saben portadores de un cuestionable pasado que en cualquier momento podría ser sujeto a investigación.

Otros dos factores podrían pesar en el ánimo aliancista del tricolor y terminar por erosionar la coalición legislativa Va por México, que se anunciaba como contrapeso y dique al “autoritarismo de López Obrador”: 

He ahí otra pregunta clave para descifrar el futuro de la Legislatura.

En sus más pragmáticos cálculos políticos, el PRI bien podría sopesar qué le dará más dividendos: una postura opositora de la mano (por no decir bajo la sombra) del PAN en San Lázaro o una actitud negociadora que le permita subirse a las reformas pretendidas por el presidente.

De todo eso depende la cohesión del bloque opositor y las posibilidades de reforma en la naciente legislatura.

Por lo pronto, se han dado ya las primeras escaramuzas: se han aprobado ya las leyes secundarias de Revocación de Mandato y Juicio Político, con algunas enmiendas propuestas por la oposición tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.

Esto habla de los nuevos vientos y nuevos tiempos.

Vienen batallas cruciales: la negociación de las Comisiones en San Lázaro, en lo que resta de septiembre; la Ley de Ingresos, en octubre; el Presupuesto de Egresos, en noviembre, y la reforma eléctrica a lo largo de todo el primer periodo ordinario de sesiones.

Será importante darle seguimiento a los acuerdos y desencuentros en esos grandes temas. De ello depende el futuro de la Legislatura y, de alguna manera, el destino del país.

Te puede interesar:

Salir de la versión móvil