La Minera San Javier, ubicada en el municipio de Cerro de San Pedro, fue clausurada este jueves por autoridades estatales, ante la omisión de la empresa para llevar a cabo las diligencias correspondientes para su supervisión.
Al respecto, el titular de Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), Mauricio Ordaz Flores, explicó que autoridades estatales y municipales realizaron una visita en las instalaciones de la empresa para supervisar que se contara con toda la documentación en regla, respecto a medidas de seguridad y de cuidado al medioambiente.
Sin embargo, les fue negado el acceso a las instalaciones para llevar a cabo el procedimiento, por lo que se procedió a la clausura directa. En el acto también estuvieron presentes representantes del municipio de Soledad y Cerro de San Pedro, así como la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM).
No se presentó documentación
Por parte de la CEPC, se indicó que se procedió a la clausura por no presentar su Programa Interno de Protección Civil con el visto bueno de la dependencia, además de:
- La falta de dictamen estructural y de dictamen eléctrico
- No se presentó ninguna medida de seguridad
- No sé mostraron los permisos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) para uso de explosivos
- Tampoco se presentaron análisis de riesgo, ni se demostró tener las capacitaciones en los cursos básicos de Protección Civil de sus brigadas internas.
- Falta de equipo de seguridad personal
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No obstante, se invitó a la empresa canadiense encargada de su operación, a acercase a la dependencia presentar la documentación que se le solicita o bien, regularizarla de inmediato.
Operaba desde los años noventa
La minera logró instalarse en el joven Cerro de San Pedro hacia la década de los años noventa —que según acervos históricos— pertenece a un Área Natural Protegida. En 1999 se le fue concedido un permiso para operar, mismo que le fue revocado en 2004 por el entonces Tribunal Federal de Justicia Fiscal y administrativa.
En 2007 comenzó formalmente la explotación del área, contando con dos autorizaciones otorgadas por la SEMARNAT. En sus mejores años, hizo el uso cotidiano de cerca de 25 toneladas de explosivos y la remoción de 80 mil toneladas de tierra.
Ahora bien, de acuerdo a estudios científicos, a 2019, la acción de esta minera dejó 200 millones de toneladas de material sulfuroso. Así luce:
