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Claudia Patricia Santa Ana Zaldívar

Claudia Santa Ana Zaldívar, directora de Zorro Solar, nos comparte los detalles del evento

«En un mundo convulso, en el que la violencia y la falta de entendimiento retan con mayor fuerza a encontrar más y mejores maneras y posibilidades de diálogo para coexistir en pluralidad, en una convivencia virtuosa que tenga a la persona como epicentro y como fin último, el arte y la cultura son caminos de convergencia pacífica que privilegian el diálogo por sobre todas las formas de comunicarnos y entendernos». Ese es el discurso que con vehemencia sostiene la arquitecta Claudia Patricia Santana Zaldívar, directora del Instituto Cultural de Aguascalientes.

Ganadora del Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos en el 2000, ha volcado su pasión por la escritura a través de la poesía. Franz Kafka, Yves Bonnefoy, Octavio Paz, José Carlos Becerra, Jorge Luis Borges y Alejandra Pizarnik son algunos autores que la han marcado no solo en su escritura, sino también en la forma en la que conceptualiza el mundo.

Se ha dedicado más de 20 años a la gestión cultural. Destaca su trabajo en el Centro Regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia de Aguascalientes; el Centro de Investigación y Estudios Literarios de Aguascalientes, y el Instituto Cultural de Aguascalientes.

Líder Empresarial (LE): ¿Cómo definir la función que tienen la cultura y el arte en la sociedad? ¿Para qué nos sirven?

Claudia Patricia Santana (CPS): La cultura la estamos haciendo todo el tiempo. Ahora mismo, el estar charlando es una forma de comunicarnos, de expresarnos, de conocernos; todo el tiempo estamos haciendo cultura. Aquí el tema importante es saber distinguir que hay valores dentro del arte y la cultura que nos permiten reconocer quiénes somos, cuáles son nuestras raíces, por qué somos lo que somos ahora y, aún más importante, saber hacia dónde vamos.

La cultura tiene la capacidad de restablecer nuevas formas de conducta, pudiendo ser incluso un antídoto contra la violencia, que desgraciadamente es un tema que nos ha ocupado mucho durante los últimos años. Por eso, es muy importante que entre todos podamos buscar el diálogo y el emprendimiento que nos permitan fortalecer nuestra propia cultura, nuestra propia identidad, y reconocer los legados que hemos recibido.

La cultura no se hace ahorita, se está haciendo todo el tiempo; pero viene de algo y va hacia algo. Lo importante es saber reconocer que dentro de nuestras creencias y nuestras diferentes visiones, también hay un lenguaje único con el cual podemos identificarnos y entendernos, que es el del arte.

LE: En ese sentido, defiendes el arte no solo para el goce personal, sino también para la formación de un pensamiento crítico, para formar ciudadanía.

CPS: Arte y cultura tienen la capacidad de transformar la realidad social. No es su fin, no es su objetivo; pero sí tienen esa capacidad. Lo que estamos tratando de hacer es que la ciudadanía sepa que tiene derechos culturales que puede y debe ejercer.

Esto es, comprometiéndose con la educación y formación artística; asistiendo a los museos, a los teatros, a los conciertos… en fin, a toda la oferta que hay, no solamente en el propio Instituto, sino la que se ofrece fuera de él. Las culturas populares son con y sin las instituciones, y en la medida también en que tengamos ese encuentro con este tipo de culturas, podremos fortalecer el pensamiento crítico y la imaginación constructiva.

Ahora bien, lo que hemos tratado de hacer en el Instituto es no segregar tampoco a las comunidades, a ciertos sectores. Se ha caído en el error de que solamente se atiende a los grupos más vulnerables, y lo he cuestionado y discutido con mis colaboradores: “pensemos, ¿cuáles son esos sectores vulnerables?”.

LE: ¿Y cuáles son esos sectores?

CPS: Creo que en este momento todas las comunidades son vulnerables. Naturalmente, hay diferentes tipos de necesidades que atender; pero sí es muy importante, por lo menos en el tema cultural, que podamos llegar a todos los sectores, independientemente de su condición socioeconómica, y en todo caso, fortalecer los programas de manera transversal para que lleguen a todos.

La cultura es un derecho de todos y no tenemos por qué segregar. Si vamos a atender nada más algunos grupos por algún tipo de carencia, o a otros no los vamos a atender porque como sí tienen el poder adquisitivo, pues que lleguen y a ver cómo le hacen. No es cierto.

La verdad es que mucha gente que a lo mejor tiene el poder adquisitivo o la posibilidad de comprar un boleto para la orquesta sinfónica o para una obra de teatro de talla internacional no lo hace. Y la pregunta es: ¿por qué? Porque no se ha sentido invitada.

Entonces, tenemos que generar las condiciones y las atmósferas para tender esos puentes creativos y amables que permitan a toda la ciudadanía sentirse parte de ese gran banquete.

LE: Dentro de todos los géneros literarios, ¿por qué te decidiste por la poesía?

CPS: Desde niña era muy inquieta y cuestionaba todo; creo que llegué a desesperar un poco a los adultos en mi casa porque quería saberlo todo (se ríe). Quizá, ante la falta de respuestas, descubrí accidentalmente algunos libros de poesía en la biblioteca de mi abuelo materno. Fue en ese momento donde me enganché muchísimo con varios autores y supuse que ahí encontraría respuestas a muchas inquietudes que tenía desde pequeña. La poesía me daba respuestas; pero me volvía a generar más preguntas.

LE: ¿Escribes con un objetivo en particular?

CPS: No hay un objetivo definido. En mi caso, la poesía es autobiográfica, refleja cómo percibo la realidad que me rodea. Considero que en mi escritura hay temas muy recurrentes como la memoria, la infancia, el tiempo.

De alguna manera, dialogo mucho con la niña que fui: por dolor, por alegría, por cosas que me marcaron, buenas y malas.

No creo en una suerte de iluminación o inspiración, sino, en todo caso, como decía Alejandra Pizarnik, es más bien un encuentro con revelaciones que se van dando y las voy tomando.

Todo el tiempo estoy escribiendo, luego trato de ordenar mis ideas; pero no es que busque algo en concreto, sino que estoy en diálogo con mis yos en diferentes etapas de mi vida. Y no es que escriba nada más del pasado, también voy conectando esos momentos del tiempo con mis diferentes realidades actuales.

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