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Cinco consejos para obtener ingresos pasivos en 2021

El legendario inversor Warren Buffett afirmó alguna vez:«Si no encuentras la forma de ganar dinero mientras duermes, tendrás que trabajar toda la vida».

Aunque la frase esconde cierto dramatismo, lo cierto es que los ingresos pasivos (es decir, el dinero que se gana mientras se hacen otras cosas) son básicos para gozar de una buena salud financiera a largo plazo.

La idea de los ingresos pasivos circula desde hace décadas, con ejemplos como la inversión en bolsa o en bienes inmobiliarios, pero el siglo XXI nos ha traído nuevas maneras de ganar dinero mientras dormimos. En este artículo, te presentamos las cinco mejores.

Crear un curso en línea

Para empezar un negocio propio, o incluso para conservar un trabajo a tiempo completo, es necesario saber hacer algo por lo cual alguien esté dispuesto a pagar. El conocimiento es poder, y actualmente crear un curso en línea es una buena manera de aprovechar nuestros conocimientos para ganar dinero.

Hay sitios web como Teachable o Udemy que nos ayudan a crear y comercializar nuestro conocimiento, con tutoriales y estudios de casos que nos guían por el buen camino. Tampoco es necesario que la formación cubra las temáticas más convencionales: sin ir más lejos, en las plataformas anteriores han triunfado los cursos «Cómo escribir a una chica» o «Cómo comunicarse telepáticamente con un animal».

Lo mejor para los emprendedores es que los cursos siguen dando frutos incluso mucho después de las horas invertidas en crearlo, por lo que garantizan un buen flujo de ingresos pasivos.

Copiar a los traders

Invertir en bolsa puede parecer abrumador: la gente suele pensar que es demasiado complicado o que hace falta tener mucho dinero en el banco.

Lo cierto es que, al día de hoy, basta con unos pocos ahorros y hacer un par de clics para empezar.

Aplicaciones de trading como eToro ofrecen la opción de copiar a los expertos y emular automáticamente sus operaciones. La mayoría de los principales traders logran resultados positivos año tras año, como Heloïse Greeff, inversora afincada en Londres que ha obtenido una rentabilidad media de 20% desde 2016.

La experiencia es muy importante: los traders tienen estrategias para minimizar riesgos, de modo que su trabajo no se convierta en una lotería. Las aplicaciones de trading ofrecen también una opción stop-loss (frenar las pérdidas), que permite dejar de copiar las operaciones de los expertos si nuestra inversión cae por debajo de una cantidad determinada.

Sin embargo, quizá lo mejor de estas aplicaciones es que, una vez establecidos los parámetros de copia de las operaciones (cosa que apenas debería llevar unos 10 minutos), ya no es necesario hacer nada más: solo hay que consultar la aplicación de vez en cuando para ver cómo van las cosas.

Dropshipping (triangulación de envíos)

Podríamos describir el dropshipping como un sistema de vender existencias sin ensuciarse las manos. Se trata de actuar como intermediario entre el comprador y el proveedor, como en una tienda normal, pero sin manejar los productos directamente. De hecho, nunca llegamos a disponer del género: basta con comprar todo lo que necesitamos para cubrir los pedidos recibidos y enviarlo directamente a los clientes -que lo habrán pagado por adelantado-.

Otro aspecto positivo es que no se necesita un gran capital inicial para poner en marcha el negocio, ya que tendremos el dinero de los compradores. Plataformas como Shopify o Wix cobran una cantidad estándar por crear un sitio web con ellos y ofrecen todo tipo de guías y tutoriales.

Para establecer un modelo de dropshipping, basta con seleccionar los productos que creemos que se venderán, crear nuestro sitio web y esperar a que lleguen los pedidos.

Crear un blog

Las personas aficionadas a escribir no necesitan más para tener un blog. Lo más fácil es crearlo: plataformas como WordPress ofrecen todas las pautas necesarias para hacerlo, con consejos para escoger un nombre de dominio y elegir un servicio de alojamiento web.

Darse a conocer es algo más complicado, pero quienes usen las redes sociales a diario por motivos laborales o personales sabrán sacarle el máximo partido a Twitter o Instagram. LinkedIn también es un buen lugar para publicitar un blog.

Quizá lo más complicado sea elegir el público al que va dirigido. Si escribimos sobre temas muy populares, será difícil destacar. En cambio, si lo hacemos sobre algo poco convencional que nos resulte interesante o si tenemos un trabajo poco común, será más fácil llamar la atención de la gente.

Si conseguimos atraer lectores al blog gracias al uso de herramientas SEO y a la publicación de contenidos de gran calidad, lograremos monetizarlo. Podremos vender productos a cambio de una comisión, lo que nos permitirá ganar dinero aunque no estemos frente a la computadora.

Descargas digitales

La información no tiene que llegar siempre en forma de libros electrónicos o blogs. Artículos más sencillos, como una guía o una lista de control, también pueden resultar interesantes en función del tema.

Si hemos escrito una carta de presentación genial que nos ha ayudado a conseguir el trabajo de nuestros sueños, podríamos venderla en internet y ganar dinero con ella. Si hemos creado un diseño bonito que deja a todo el mundo con la boca abierta, podemos publicarlo y venderlo en Etsy. Hay muchos sitios web que sirven para esto: basta con indicar los productos o servicios que ofrecemos e incluir las palabras clave adecuadas. En este caso, resulta muy útil realizar un estudio de mercado que nos permita saber qué busca la gente.

Un mismo producto puede venderse varias veces, lo cual nos permitirá ir ganando dinero sin haber tenido que realizar ningún tipo de inversión.

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