En Aguascalientes, el desarrollo vertical llegó para quedarse, sostiene el secretario de Desarrollo Urbano del Municipio de Aguascalientes, Jaime Gallo Camacho. A partir del año 2016, destaca, se ha dado un impulso más claro y contundente en esta materia, derivado del interés en que la ciudad capital se siga distinguiendo como una de las mejores planeadas y trazadas. Por ello, en el Programa de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Aguascalientes 2016-2040 se hicieron las modificaciones inherentes al tema.
“Queremos una ciudad compacta y cercana, eso implica ya no seguir extendiendo el territorio hacia la orilla de la ciudad. De tal manera, nos lleva a pretender y promover desarrollos verticales para vivienda, servicios, comercio y todo lo que tenga que ver con las necesidades de la población. Es en este programa que se da la posibilidad de desarrollar edificaciones de forma vertical de manera más intensiva”, explica.
Agrega que si hay algo que distingue a las torres construidas en los últimos años en Aguascalientes es que se han vuelto emblemáticas. Como ejemplos se refiere a Torre Plaza Bosques construida en 1994, con 14 pisos y 64 metros, con lo que superó al Condominio Aguascalientes que data de los 70 (12 pisos y 46 metros). En 2007, llegó Residencial Terzetto con sus 19 pisos y 75 metros de altitud (que conserva el primer sitio como el edificio más alto de la ciudad); en 2008 y 2009 vinieron la Torre Campestre Santamaría (17 pisos y 72 metros de altura) y el Hotel Marriott (17 pisos y 70 metros), respectivamente.
En este sentido, resalta que entre 2016 y 2017 se edificaron la Torre de Rectoría de la UAA, Hotel Gran Plaza, Torre Norte Calicantos y el Hotel Hilton Garden. En este 2023 se consolidarán dos proyectos que marcarían récord de altura. Uno de ellos es la Torre Cadaqués: con más de 100 metros de altitud, se localiza al norte de la capital, a 300 metros de San Telmo, y ya está en construcción. El otro sería Mazaryk Aba Center que tendría 22 pisos y estaría ubicado sobre Avenida de la Convención Poniente y Aquiles Elorduy.
“¿Qué pretenden estas torres gigantes o estos edificios? Ofrecer un entorno que se convierta en un hito urbano, es decir, una torre que se vuelva emblemática y que ese sea parte del atractivo”, refiere Gallo Camacho.
En este tenor, el funcionario municipal destaca la importancia de ser muy cautos con los ofrecimientos que se realicen en este tipo de proyectos. Enfatiza que, antes de adquirir un departamento, oficina o local, las personas deben investigar si ese desarrollo ya cuenta con todas las autorizaciones, a fin de que no se lleven sorpresas desagradables. En ese sentido, refiere como ideal que la preventa inicie cuando la construcción lleve un avance del 50%.
Desarrollo vertical, sí, pero sólo en ciertas zonas
El titular de la SEDUM destaca que esta tendencia favorable hacia el desarrollo vertical es como todo proceso de cambio: al principio la novedad genera mucha expectativa, mucha demanda y posteriormente se va estabilizando.
“Esto significa que empezamos a tener mucha demanda para desarrollos de este tipo. Los primeros proyectos fueron en 2017, el auge en 2018 y 2019. También cabe destacar que esto no se da de forma generalizada en la ciudad”, subraya. Además, puntualiza que los desarrollos verticales no están siendo autorizados en zonas de alta densidad poblacional, sino que se están privilegiando el norte, poniente y sur.
Finalmente, añade que en los últimos tres años se han generado aproximadamente 70 proyectos para la construcción de desarrollos verticales de más de cuatro niveles. En esta dependencia municipal se brinda asesoría a quienes quieren emprender proyectos de esta envergadura, puesto que son los más interesados en que sean técnica, jurídica y ambientalmente adecuados.