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Censo 2020: la enorme “selfie” del país

¿Cuántos residimos en México? ¿Dónde y cómo vivimos? Las respuestas a éstas y otras interrogantes serán develadas con el levantamiento del Censo de Población y Vivienda 2020, considerado el ejercicio estadístico más grande que se realiza en el país y cuyos resultados son indispensables para la elaboración de planes, proyectos, distribución de recursos e implementación de políticas públicas por parte de las autoridades gubernamentales, conformación de los distritos electorales, entre otros.

En México, los primeros registros de un conteo de población datan del año 1116 y estuvieron a cargo de los chichimecas; posteriormente, en 1790 -durante la Colonia- se realizó el Censo de Revillagigedo. El primero de los censos, como los conocemos, se efectuó en 1895, y desde 1983 son responsabilidad del INEGI.

El Censo 2020 se efectuará del 2 al 27 de marzo y será el número catorce de la historia, aunque es el primero que utilice medios digitales para su levantamiento y el primero del que se tengan resultados preliminares el mismo año de su realización.

“Son pocos los países que tienen estos censos y de la magnitud que los hace nuestro país. Tenemos una tradición censal de 125 años”, señala el coordinador del INEGI en Aguascalientes, Nicolás Molina López.

Ejército de entrevistadores

Para la realización del Censo 2020, se destinaron al INEGI un total de 8 mil 700 millones de pesos. Parte de estos recursos serán para la contratación temporal de 205 mil personas, de las cuales 151 mil son los entrevistadores que tendrán la responsabilidad de recorrer -en cuatro semanas- cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados para visitar alrededor de 51 millones de inmuebles, entre ellos 45 millones de viviendas, de las que se espera que 36 millones estén habitadas en los 2,449 municipios y 16 alcaldías que hay en los 32 estados del país.

La información que recaben los entrevistadores será considerada de interés nacional, oficial y de uso obligatorio para la federación, las entidades federativas, los municipios y las demarcaciones en que se divide la Ciudad de México.

En cada una de las viviendas se indagará sobre aspectos sociodemográficos y características de la vivienda; se incluirán temas relacionados con discapacidad, afrodescendencia, lengua indígena, religión, migración, situación conyugal, servicios de salud, disponibilidad de agua entubada, drenaje, acceso a internet, entre otros.

También serán entrevistadas las personas que residan en centros de asistencia social, reclusorios, reformatorios; personal de la SEDENA, SEMAR y Armada de México; personal diplomático y consular; residentes de asilos, conventos, seminarios, orfanatorios, centros de salud mental, hoteles, casas de huéspedes, posadas, campamentos de trabajo y establecimientos similares, así como personas sin vivienda.

“Este censo tiene una característica de universalidad, es decir, vamos a entrevistar a todas las personas que residan en el país sin importar su condición económica, sexo, religión, lengua indígena, nacionalidad, etcétera, toda la población cuenta, incluso la que no tiene vivienda”, señala Molina López.

La tecnología al servicio del censo

Para recabar la información, los entrevistadores aplicarán dos cuestionarios de población y vivienda: uno básico y otro ampliado. El primero consta de 38 preguntas que se estima sean respondidas en un promedio de 12 minutos. El segundo, el ampliado, comprende 103 preguntas y el tiempo aproximado para su aplicación es de 22 minutos, aunque es necesario aclarar que este cuestionario sólo se levantará en una muestra aleatoria.

A diferencia de los censos anteriores, en el 2020 se prescindirá casi por completo de los cuestionarios en papel (su producción será mínima y se emplearán para casos muy específicos), ya que los entrevistadores contarán con una tableta digital para acopiar la información; los datos encriptados de las personas se enviarán directamente a las bases de datos, haciendo el procedimiento más eficiente. Esto permitirá contar con resultados a menos de nueve meses de concluir el levantamiento.

Cabe señalar que dichos resultados tendrán un alcance nacional, por entidad, municipio, localidad y manzana urbana, y se estarán captando en 186 mil dispositivos móviles de cómputo, además de que 9 mil oficinas serán habilitadas como centros de operación.

El censo es de todos y para todos

El coordinador estatal del INEGI subraya que por la magnitud del censo es indispensable el apoyo de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, de los tres poderes de la unión y de la sociedad en general, pues el objetivo es obtener información veraz, actualizada y completa sobre la población de México y sus viviendas, de ahí que el exhorto sea a recibir a los entrevistadores y contestar el cuestionario con honestidad.

“Pregúntame, es lo que queremos que la gente nos diga. El exhorto es para que participen de manera comprometida, que le abran la puerta al entrevistador. Para que este censo tenga éxito, necesitamos la colaboración de todos. Sólo necesitamos de 12 a 20 minutos por vivienda”, subraya.

La información que se recabe recibirá el tratamiento de confidencial y se recomienda que sea el jefe o jefa de familia quien conteste el cuestionario, o bien una persona mayor de 18 años. 

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