En 1999, la Universidad de Monterrey (UDEM), en colaboración con el filántropo empresario Bruce Grossman, fundó el Centro de Empresas Familiares (CEF) de la Universidad de Monterrey. El objetivo es ayudar a las familias empresarias a superar uno de los principales desafíos de la gestión familiar: la continuidad generacional.
Según estudios del sector, más del 70% de las empresas familiares enfrentan riesgos de quiebra cuando intentan pasar de la primera a la segunda generación. Este fenómeno ha sido históricamente uno de los mayores retos para los negocios familiares, especialmente en un contexto de cambio constante y evolución en las estrategias empresariales.
De este modo, el CEF nació como un espacio para compartir conocimientos, discutir problemas comunes y formar estrategias que facilitaran la transición entre generaciones y fortalecieran el compromiso familiar hacia la empresa.
Desde sus primeros años, se destacó por ser pionero en la región. Ofrece un enfoque único sobre cómo trabajar de manera armoniosa dentro de la familia, con una visión clara y estructurada.
Evolución hacia la profesionalización y la institucionalización
En sus primeros años, el CEF se dedicó principalmente a la evangelización de conceptos, como la importancia de establecer protocolos familiares, la sucesión generacional y la gestión de conflictos familiares.
A través de conferencias, desayunos de trabajo y foros, proporcionó herramientas esenciales a las familias empresarias para que pudieran enfrentar los obstáculos inherentes al proceso de sucesión y liderazgo familiar.
Con el paso del tiempo, fue avanzando y profundizando en su misión. Comenzó a ofrecer programas ejecutivos especializados que abordaban temas como la alta dirección, el gobierno corporativo, y la formación de accionistas responsables.
Además, desarrolló diplomados como: Plan de Sucesión en la Empresa Familiar, y programas para las nuevas generaciones y emprendimientos como: Spin Off: Creación de Emprendimientos familiares.
La certificación ISO y su impacto en el mercado
Por otro lado, uno de los hitos más significativos para el Centro de Empresas Familiares fue lograr, en años recientes, la certificación ISO 9001:2015 en sistemas de gestión de calidad.
Esta certificación elevó sus estándares y los de las empresas que atendía. A través de la mejora continua en sus procesos y el compromiso con la profesionalización de las empresas familiares, logró un mayor impacto en los mercados nacional e internacional.
No obstante, el centro ha trabajado incansablemente para impulsar la institucionalización de las empresas familiares, apoyándolas, a través de consultoría, a profesionalizar su equipo humano y establecer una cultura de rendición de cuentas. Así como, fomentar la toma de decisiones estratégicas con un enfoque propositivo y de largo plazo.
Un futuro prometedor para las empresas familiares
Hoy, el Centro de Empresas Familiares continúa consolidándose como un actor clave en el ecosistema de negocios familiares en Latinoamérica. Ofreciendo una amplia gama de servicios de consultoría y programas formativos adaptados a las necesidades de las empresas familiares del siglo XXI.
Gracias a su compromiso con la calidad y la formación continua, sigue brindando a las familias empresarias las herramientas necesarias para garantizar la continuidad y crecimiento de sus negocios a lo largo de generaciones.
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