Por Osvaldo González Camacho
Un proyecto tan ambicioso como crear un equipo de fútbol profesional requiere de talento, disciplina y compromiso, no sólo en la gestión, sino en el valor humano. Jorge Macías y César Inda son la clara muestra de ello.
Orientándose por su más fuerte pasión, Jorge Macías se apartó de la abogacía para desempeñarse como árbitro de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), participando en 30 partidos de primera división. Esto fue despertando su hambre por formar un equipo.
Mientras aún ejercía como silbante, Macías impartía clases en la universidad Cuauhtémoc, donde conoció a su actual socio, César Inda, ex jugador profesional del equipo de Querétaro. Ambos idearon el proyecto que hoy es el equipo Cardenales FC de Aguascalientes. Lo hicieron tras conjuntar a algunos estudiantes del colegio Cedros, que conformaron primera generación de un equipo que hoy aspira a la tercera división y a tener estadio propio.
Un equipo de trabajo de primer nivel
Buscando replicar los modelos de equipos de élite mundial, Macías e Inda se ocupan de cinco áreas que consideran clave en la formación de un jugador: lo técnico, físico, psicológico, rehabilitación y el aspecto nutricional.
Cardenales FC opta por la colaboración de entrenadores con antecedentes en el fútbol profesional y que, además, cuenten con una preparación académica satisfactoria, de modo que no sólo implementen en los jugadores formación física y técnica, sino también integral.
“El jugador hidrocálido cuenta con disciplina y compromiso, pero le falta la cultura de entrenar “.
La supervisión psicológica es algo que este joven equipo remarca dentro de su filosofía. Para ellos, el jugador debe tener equilibrio en su vida para desempeñarse a tope, por lo que le brindan asistencia desde su infancia hasta su plenitud para resolver asuntos que le resulten complejos en su vida personal.
“En el caso de los niños pequeños, nos ocupamos de mejorar sus capacidades físicas y motrices, al mismo tiempo de hacerlo divertido para ellos”, comenta Jorge Macías, quien considera importante fortalecer a estas futuras generaciones en aspectos que les resulten útiles, no sólo en el fútbol, sino en toda su vida.
Valor agregado: la familia
“La mamá de un jugador nos diseñó el uniforme. El papá de otro nos patrocina…». De hecho, una de las características en la ideología de Cardenales FC es apostar por la inclusión del jugador y las personas cercanas a él, lo cual permite que todos formen parte de la institución. A partir de esto, se forja una afición leal que se identifica rápidamente con el equipo y por consiguiente defiende sus colores.
Así, poco a poco este equipo se está convirtiendo en un tema de conversación entre varias familias del estado, acrecentando el número de seguidores y transformándose en un proyecto incluyente y visionario para los aficionados al fútbol que anhelan tener un equipo profesional que represente al estado y se haya formado en él.
Proyección a futuro
Para Macías, “el jugador hidrocálido cuenta con disciplina y compromiso, pero le falta la cultura de entrenar “. Por eso, según él, la mentalidad del jugador en Aguascalientes debe trabajarse arduamente, dado que ha sido una traba en su desarrollo, al punto de ubicar únicamente tres jugadores aguascalentenses en la primer división del país, de los cuales, según el entrenador, ninguno se formó en algún equipo de la ciudad.
Sin embargo, el Centro de Formación Cardenales FC ha trasladado a más de diez jugadores a lo largo del país, quienes han sido reclutados por equipos de segunda división e incluso franquicias de primera. Los rojinegros actualmente se desenvuelven en los torneos más importantes dentro de sus categorías, compitiendo a nivel nacional.
Siendo un proyecto incluyente, en colaboración con patrocinadores locales como VIP GT, restaurante “Los adobes”, entre otros, Cardenales aspira volver a tercera división dentro de dos años, con lo que sus planes a futuro aspiran a colocar un lugar en segunda división y recurrir a un estadio en construcción ubicado en la ciudad de Calvillo.