Desde las elecciones del 2012 en México, las campañas políticas en redes sociales han tomado importancia. Son prácticamente indispensables en cualquier partido o agrupación política.
En las estrategias digitales también son frecuentes los actos “desleales”, como la compra de seguidores. Por ejemplo, en la cuenta de Twitter de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, la mayoría de «followers» son bots.
Aguascalientes no es la excepción. El 7 de junio de 2015 se elegirán a los diputados federales en el estado y desde el 5 de abril comenzaron, oficialmente, las campañas políticas. En un monitoreo de los candidatos para diputados federales en el estado, Gregorio Zamarripa, del PRI, es el que más destaca. Su cuenta dice tener más de 10,000 seguidores, pero una plataforma para detectar seguidores falsos (Twitter Audit) muestra que sólo 31 de ellos son reales.
Esta herramienta toma muestras al azar de seguidores y calcula un promedio para cada uno. Se basa en el número de tuits, fecha del último y relación de seguidores. Su página web describe que se trata sólo de una estimación, pero es una buena herramienta para detectar cuentas que aumentan seguidores de forma “inorgánica”, generalmente para usos fraudulentos y deshonestos.
En las cuentas de candidatos de Aguascalientes que tienen arriba de mil seguidores también sucede, pero en menor medida.
La presencia en las redes sociales es una estrategia muy usada e importante en estos tiempos. Esto no quiere decir que todos las empleen correctamente. Obama se caracterizó por dar mayor peso a las redes sociales en su campaña política y le funcionó. Peña Nieto, en cambio, destacó por el uso de falsos seguidores y una descalificación constante.
Un breve monitoreo en Aguascalientes muestra que sólo los candidatos de dos partidos, PRI y PAN, mantienen actualizadas sus cuentas de Twitter y Facebook. El resto varía, unos usan su cuenta personal en Facebook para difundir su campaña, otros sólo Twitter. También hay quienes no cuentan con alguna identificable.
