Icono del sitio Líder Empresarial

Cáncer de mama: la importancia de la detección oportuna

Por su incidencia, el cáncer de mama es considerado un problema de salud pública; en nuestro país, una  de cada ocho mujeres va a tener cáncer de mama, siendo las más propensas aquellas que tienen entre 40 y 65 años de edad.

En México se reportan 20 mil casos nuevos al año, mientras que a nivel mundial son 1 millón 600 mil.

En este contexto, Carolina Pozos VarelaMédica Radióloga, Especialista en Imagen de la Mama e Intervencionista Certificada por el Consejo Mexicano de Radiología e Imagen-, subrayó que el cáncer no es sinónimo de muerte, sobre todo si se detecta a tiempo, de ahí la importancia de que las mujeres se sometan a una mastografía acompañada de un ultrasonido a partir de los 40 años.

De hecho, hizo énfasis en que practicarse estos estudios debe ser una rutina para todas las mujeres, toda vez que las pacientes están llegando a los consultorios cuando ya tienen síntomas muy avanzados, pero gracias a los avances tecnológicos que hoy se tienen, es posible detectar lesiones cuando todavía ni siquiera se pueden palpar.

Explicó que hay diferentes tipos de cáncer de mama: el más común es el carcinoma duptal infiltrante, un tumor que empezó a desarrollarse en el interior de los conductos que sirven para amamantar, los rompe  y empieza a afectar la mama. Ese mismo tumor puede generar otras ramificaciones y de ahí brincar a los ganglios axilares; “lo importante es detectar el tumor cuando mide 2 centímetros o menos, pero actualmente podemos detectar cosas de milímetros”, expuso.

Añadió que el 60 por ciento de los tipos de cáncer de mama “brincan” a los huesos, lo que se conoce como  metástasis ósea, aunque también puede haber afectaciones a hígado, pulmones,  cerebro o meninges, por lo que es imperativo evitar diagnósticos tardíos, lo que puede lograrse si las mujeres se realizan estudios a partir de los 40 años cuando están asintomáticas, es decir, sin importar que no tengan síntomas.

Lamentablemente, la gran mayoría de las mujeres hace caso omiso a esta recomendación, ya sea por miedo, mitos, o porque aparentemente no tienen factores de riesgo, esto es que no tienen antecedentes familiares de cáncer, tuvieron hijos, amamantaron, o no tomaron hormonas, de modo que se rigen por su “autocriterio” y no van porque no tienen molestias.

Sin embargo, en lo que a cáncer de mama se refiere, el principal factor de riesgo es ser mujer, debido a la carga hormonal que tienen mes con mes.

“Estamos expuestas a progesterona, estrógenos, que están produciendo nuestros ovarios; cada mes hay un pico de hormonas que causan inflamación en nuestros pechos porque éstos se preparan para el embarazo; esa inflamación es una carga hormonal e invariablemente es un factor de riesgo”, explicó la especialista.

Añadió que una detección temprana puede evitar tratamientos invasivos o mutilantes (quimioterapia, radioterapia, mastectomía), así como efectos adversos, pues nunca va a ser lo mismo quitar una tumoración de 5 mm a una de 5 cm.

Pozos Varela refirió que el Consejo Mexicano de Cáncer de Mama y la NOM 041, establecen que todas las mujeres a partir de los 18 años deben efectuarse la autoexploración, “una vez que acabó mi ciclo menstrual cuento siete días y entonces hago la revisión”. También es recomendable acudir con un experto para aprender cómo hacer la revisión.

A partir de los 40 años hay que hacerse una mastografía acompañada por un ultrasonido, tengas o no tengas factores de riesgo, cada dos años; y de los 50 a los 65 años, los estudios deben realizarse cada año.

De los 25 a los 40 años, lo que se recomienda es un ultrasonido y en caso de detectarse alguna anomalía, procede la mastografía, sobre todo en los casos en que haya antecedentes familiares de cáncer de mama “si mi mamá tuvo cáncer de mama a los 45 años, yo tengo que empezar diez años antes con la mastografía, poniendo como límite los 25, antes de esta edad sólo ultrasonido”, apuntó.

A este respecto, mencionó que de 10 mujeres con cáncer de mama, ocho no tienen un factor atribuible, simplemente el hecho de ser mujer; las dos restantes, tienen antecedentes familiares de primer grado, ya sea mamá o hermanas.

Sobre los factores de riesgo, mencionó que el primero es ser mujer, además de no haber tenido embarazos o haber tenido hijos después de los 30 años, menopausia tardía (50 años o más) o menarquía temprana (la primera menstruación a los 9 años de edad), haber usado hormonas durante más de cinco años, y no haber amamantado, principalmente.

En este sentido, la especialista comentó que en su experiencia le ha tocado encontrar cáncer de mama en pacientes de 22 años, lo que es atribuible a una carga hereditaria fuerte, además que los hombres tampoco se salvan de este tipo de cáncer, pues en lo que va del año ha detectado tres casos “aunque es menor el índice, también se da”, concluyó.

Contacto: caropozos@hotmail.com

Salir de la versión móvil