Con tan solo 23 años de edad, Camila Uribe ha cimentado las bases de un proyecto prometedor con el cual nos ha demostrado que el aprendizaje y la construcción van siempre de la mano al momento de crecer e innovar. Con 18 años cumplidos inició con el proyecto de La Toska y, tras cinco años de camino, las ganas de crecer y mejorar persisten. Se trata, sin duda, de una de las empresarias zacatecanas más jóvenes y prometedoras del momento.
Los primeros pasos que le dieron pauta para iniciar en la vida del emprendimiento se dieron desde temprana edad. Propiciada por un estilo de vida cambiante y no siempre favorecedor, esto la incitó a iniciar prácticas más independientes.
Con 15 años de edad comenzó a trabajar de asistente en el DIF en Guerrero, de manera voluntaria. A partir de ahí encontró el gusto por el servicio y la ayuda comunitaria. De tal manera que en la actualidad, la joven empresaria destaca por su sentido de responsabilidad y solidaridad sin dejar de lado el sentido humano que requiere el sector empresarial.
La innovación fortuita
El crecimiento de su negocio puede constatarse, y es que, a pesar de que al inicio se trataba de un pequeño local con seis mesas y un trabajador, actualmente son alrededor de 35 empleados directos. El «boom» de los tacos La Toska se dio dos años después de su apertura, con el local que se asentó en la avenida principal del Centro Histórico. A pesar de ser un local pequeño, se mantiene en pie debido a su rápido y efectivo funcionamiento.
Una de las características que le brindaron fuerza al negocio una vez que inició, fue que se lanzaron órdenes de tacos al 2×1 todos los días. Esta diferencia fue lo que encaminó el proyecto hacia lo que es actualmente y al potencial de lo que puede llegar a ser. A partir de las necesidades y gustos de los clientes, su menú ha encontrado más variedad. Esto también ha motivado a seguir innovando. La presencia de la Toska se destaca por ofrecer siempre cosas nuevas.
Camila Uribe, una líder con sentido humano
A pesar del buen rumbo que ha tomado el negocio, empezar nunca es fácil. Aunque el proceso sea lento, es quizá el más favorecedor. “Prefiero hacer las cosas pasito a pasito que crecer súbitamente, para tenerlo seguro. Pero principalmente para aprender, tanto de uno como en el trabajo con los demás”, indica. Una de las características del liderazgo de la joven es el acercamiento que tiene tanto para sus trabajadores como sus clientes.
Del mismo modo, indica que, aunque al principio tenía que hacerlo todo sola; fortalecer la relación con su equipo de trabajo es uno de los aspectos más importantes en su función. “Siento que trabajar en equipo ha fortalecido el negocio”. Se trata de una tarea complicada pero que, sin duda, ha valido el esfuerzo. Como parte de su trabajo, lo que más disfruta es la parte humana del negocio, poder ver la satisfacción del cliente y sobre todo, motivar a más personas.
“A mí no me aterra el éxito de los demás. Siempre he pensado que entre a más personas nos vaya bien, mejor nos va a todos. Mi mentalidad es de todos para arriba.”
Actualmente, en búsqueda de un crecimiento fortuito, el personal se encuentra en capacitación. Asimismo, se busca la certificación como empresa responsable y próximamente, en crear la franquicia para, en un futuro, trasladar La Toska a otros estados. Para este 2022 se viene la apertura de nuevos locales y un crecimiento en los aspectos más importantes para Camila Uribe, la satisfacción del cliente y la excelencia del servicio.
