La realización de los sueños no se encuentra en el futuro, se construye día con día, cumpliendo pequeñas metas. Camila Uribe es una empresaria zacatecana de tan sólo 23 años que ha logrado todo lo que se ha propuesto y ha abierto el camino para que otras jóvenes sigan sus mismos pasos.
A los 18 años inició el proyecto que le cambiaría la vida, una taquería a la que bautizó como “La Toska”. Después de algunos años, el negocio se ha expandido hasta donde no creía posible. La aceptación del público ha sido tal que en los próximos meses abrirá una sucursal fuera de la zona conurbada, lo que será el precedente para su llegada a otros municipios y estados.
Para la elaboración de este artículo nos reunimos con Camila Uribe, quien nos contó de dónde saca la motivación para trabajar todos los días. Asimismo, habló de los posibles proyectos que vendrán en el futuro, así como las pautas que han permitido su desarrollo como empresaria.
La Toska, revolucionando los tacos al pastor
Desde pequeña, Camila descubrió su gusto por la gastronomía mexicana, en especial por los tacos. Cuando decidió emprender su negocio, se propuso traer a Zacatecas toda la sazón de Guerrero para que sus trompos de pastor fueran inigualables. Más pronto que tarde, los comensales descubrieron que se enfrentaban a algo nunca antes saboreado, por lo que optaron por seguir visitando la taquería
“La elaboración de todos los alimentos es artesanal, así que los ingredientes se eligen con mucho cuidado. Hacemos la salsa desde cero, desde limpiar los chiles y utilizamos 17 ingredientes para hacer el adobo de la carne. Todo es natural”, mencionó.
La casualidad la llevó a nombrar a su negocio “La Toska”, expresión rusa que significa “alguien que extraña su lugar de origen”. Casi de inmediato surgió el eslogan ideal: “porque un buen sabor nunca se olvida”, del cual existen innumerables testigos.
En cuanto a la imagen y esencia del lugar, explicó que se fue construyendo poco a poco. Al principio se enfrentó con un lienzo en blanco, al que fue trayendo la rusticidad de la madera y su color favorito, el amarillo. Después todo fluyó, convirtiendo los locales en lugares acogedores, pero con una visión refrescante y juvenil.
“Soy una persona responsable y seria, pero no quiero perder la esencia de mi edad. Quise que mis taquerías tuvieran ese lado divertido, no tan formal, al que puedes ir sintiéndote cómodo con tu familia, amigos y de todas las formas posibles”, dejó en claro.
Para Camila Uribe, la autenticidad es un trabajo de todos los días
En Zacatecas hay infinidad de taquerías, pero ninguna como La Toska. Camila Uribe y su equipo han hecho todo lo que está en sus manos para resaltar sus diferenciadores. Actualmente la empresa tiene cuatro productos únicos, “recetas originales de pastor y longaniza, cecina de Morelos y las ‘quesudas’, que son cuernitos rellenos de queso y pastor, a los que encima se les pone más queso”.
Además de la constante innovación culinaria, Camila ha demostrado que en sus taquerías tienen un compromiso con el manejo higiénico de los alimentos. Cada seis meses se capacita al personal conforme los lineamientos de salubridad, se llevan bitácoras y se pide que se apeguen a los manuales de limpieza del establecimiento.
Los precios son competitivos y los ingredientes de primera. La cantidad de mesas que atiende por sucursal es lo suficientemente numerosa, como para que la promoción de tacos y tortas de pastor al 2×1 sea perpetua. En agradecimiento, los clientes han demostrado su fidelidad, haciendo que la comunidad de La Toska se enriquezca cada vez más.
Ante este prometedor escenario, Camila anunció que próximamente estará abriendo una nueva sucursal en la que se diversificarán los servicios. Esta elección se tomó tras un análisis de los potenciales mercados y las necesidades que se deben atender en cada caso. La sucursal que ya se asoma en el horizonte promete grandes mejoras.
“Obviamente vamos a tener los mismos productos, pero también venta de cervezas y complementos; tal vez metamos desayunos. Planeamos un área «pet friendly», espacio para fumadores y área infantil. Esto representa un concepto más desarrollado, en el que ofrezcamos más oportunidades para nuestros clientes”, profundizó.
Al concluir sus metas a corto plazo, Camila destinará parte de su tiempo para continuar con el proceso de franquicias. Con la vista puesta en ese camino, será cuestión de tiempo para ver La Toska en todo el mundo. No por nada, a tan corta edad, tiene el respeto de la comunidad empresarial y el respaldo de Canirac y Concanaco.
Un equipo a prueba de fuego
De tener un equipo conformado por poco más de 30 elementos, Camila espera cerrar el 2022 con alrededor de 85 personas. El número podrá aumentar en los siguientes años, pues vendrán más inauguraciones y la apertura de una cocina de producción, en la que se centralizará la elaboración de salsas, adobos y corten todas las verduras necesarias para las taquerías.
Actualmente, la rutina diaria es de alrededor de 12 horas para los colaboradores. La Toska abre sus puertas a las 1:00 de la tarde y cierra a las 1:00 de la mañana, así que se debe trabajar de forma eficiente y ordenada. De la misma forma en la que Camila comparte sus conocimientos, se permite aprender de su equipo.
“A todos se les da la oportunidad de aprender o desempeñarse en el área que les genere interés. He aprendido y he asumido mis errores, por eso es muy importante que compartamos nuestras experiencias. Realmente trato de generar las mejores condiciones posibles, por ejemplo en meses anteriores, los más difíciles durante la pandemia, mantuve firme la nómina. Creo que todos debemos echarle ganas para dar un mejor servicio, es muy importante que ellos disfruten su trabajo y transmitan esa energía a los clientes”, dijo.
La responsabilidad, honestidad y la solidaridad son las cualidades que más valora en su equipo, pues considera que son básicas para trabajar en armonía. La primera permite que cada quien asuma las consecuencias de sus actos, la segunda asegura una convivencia cordial y la tercera, porque todos cuentan con el apoyo de sus compañeros.
Camila, el sueño que se materializó
Teniendo sólo 18 años, Camila se lanzó de lleno para consolidar su proyecto. Cimbró el contexto zacatecano al demostrar que no hay una edad mínima para destacar como empresaria. Antes de iniciar La Toska, trabajó desde los 15 años como asistente voluntaria del DIF en Guerrero, donde encontró su vocación por el servicio y la ayuda comunitaria. Según menciona, gran parte del sentido humano lo tomó de su madre:
“Admiro mucho a mi madre por la fortaleza que ha tenido siempre. Me ha sorprendido cómo logra sacar adelante muchas situaciones, es algo realmente admirable, el hecho de cómo salió adelante de muchas deudas y seguía pagando la escuela de mi hermano y la mía; la comida y demás cosas que necesitábamos”, mencionó.
Algo que distingue a Camila Uribe es que es empática con los éxitos de los demás, pues cree que entre más personas saboreen el triunfo las cosas marcharán mejor en el mundo. Actualmente ha recibido el reconocimiento de instancias municipales y estatales, quienes la han integrado a mesas de trabajo y la han llevado a contar su historia de éxito a empresarios emergentes.
“Me gusta pensar que puedo cambiar algún pensamiento, no quiero decir que ya con eso la gente va a salir a emprender, pero es bueno que sepan que pueden lograr sus metas. Si hay una pequeña oportunidad de animar a las personas lo haré, porque en su momento mi mamá lo hizo conmigo”, recordó.
Con el tiempo, Camila Uribe espera que la cadena de taquerías se convierta en un corporativo. Uno de sus principales objetivos es la diversificación, para dar cabida a múltiples ideas que tiene en mente. Conforme vaya avanzando se atreverá a delegar responsabilidades y, al fin, emprender nuevos caminos.
“Un negocio se tiene que hacer todos los días, tienes que crear diferentes cosas para hacer para que crezca. Me gustaría emprender en otras áreas, crecer y no quedarme nada más con las ideas. Entonces yo pienso que debo enfocarme en sentirme satisfecha con lo que he hecho, trabajando siempre de manera honesta”, puntualizó.
Desde el inicio de su proyecto y hasta ahora, se ha mantenido como una fiel creyente de que todo se puede con constancia y dedicación. También, parte de su éxito es que siempre se enfoca en la parte positiva de su trabajo, en dar un servicio inmejorable y saber llegar a su público.
