En el transcurso de un año, casi 3,000 personas de 15 años o más dejaron de participar en la actividad económica de Aguascalientes, aun cuando ese grupo poblacional creció cinco veces esa cantidad.
Según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, la población económicamente activa pasó de 539,578 personas en 2013 a 536,639 al cierre de 2014. En ese mismo periodo, la población de 15 años o más creció casi dos por ciento y alcanzó 910,116 personas.
El decremento “es consecuencia de las expectativas que tiene la población de participar o no en la actividad económica”, indicó INEGI. Para el especialista en temas económicos Alberto Aldape, esa expectativa se relaciona con más altas aspiraciones de los jóvenes en el ámbito educativo.
“Cuando una persona está en edad de entrar al mercado laboral, pero no lo hace porque tiene más expectativas de estudiar, se considera población económicamente no activa. En Aguascalientes, los jóvenes tienen expectativas muy altas de estudiar, no de trabajar. Por eso, la población no activa es mayor que en otros estados y la desocupación no es muy alta”, explicó el director del Centro de Investigación y Desarrollo Empresarial.
Las estadísticas más recientes en materia educativa son del ciclo escolar 2012-2013, pero coinciden con esta visión: reflejan un incremento de casi 22 por ciento en la cantidad de estudiantes de posgrado en Aguascalientes, que pasó de 1,970 a 2,396.
El Consejo Nacional de Población (Conapo) advierte que, de acuerdo con el comportamiento demográfico de la población con posibilidades de laborar en Aguascalientes, deben impulsarse políticas públicas en dos sentidos.
Por un lado, “de incorporación de las nuevas generaciones a actividades productivas y coordinar los programas de empleo con las políticas educativas del estado”. Por otro, impulsar políticas de empleo “vinculadas a un retiro de la actividad productiva y una vida digna posterior”.