Según la MIT Technology Review desde que el país Bután sustituyó el PIB por la felicidad nacional bruta como forma de medir el bienestar, todas sus decisiones se rigen por su capacidad de mantener contenta a la gente. Tras esta estrategia el gobierno ha mantenido en cero las muertes por Covid-19.
El concepto de “felicidad nacional bruta” se implementó en el país desde 1972, cuando el cuarto rey de Bután propuso la idea de dejar de basarse en el producto interior bruto (PIB) como la principal medida del éxito de la nación y sustituirlo por una medida basada en la felicidad de la ciudadanía.
El código jurídico de Bután de 1729 establece que «si el Gobierno no puede crear felicidad para sus ciudadanos, entonces la existencia del Gobierno no tiene ningún propósito».
Según Ura el índice del país se basa en nueve ámbitos, que van desde la calidad de vida y la salud, hasta la vitalidad comunitaria, el bienestar psicológico, la diversidad ecológica y la resiliencia.
Pandemia, budismo y felicidad
El primer caso de coronavirus en Budán se dio hace un poco más de 6 meses y hasta el momento este país de 750 mil habitantes no registra ninguna muerte por COVID-19. La razón es que el Gobierno ha puesto muchos de sus recursos en la lucha contra el virus.
De momento son 358 los casos confirmados con coronavirus en este país. Cabe mencionar que se encuentra entre los 10 principales países asiáticos que más realizan pruebas de diagnóstico, con más de 140 test por cada 1 mil personas. Éstos son gratuitos gracias a su asistencia sanitaria universal.
Al inicio de la pandemia Bután no tardó en crear un grupo de trabajo sobre salud mental para ayudar a sus ciudadanos. El virus se propagó tan despacio que el país no impuso su primer confinamiento hasta agosto.
Cabe mencionar que este país no es considerado como el más feliz del mundo. La última edición del Informe Mundial de la Felicidad de las Naciones Unidas daba a Bután una puntuación intermedia, colocó a Finlandia y Dinamarca como los ganadores.
Fuente: MIT Technology Review.