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Brain Drain (fuga de cerebros)

María José Valdez Martínez

Cofundadora 02X y Venture Studio Mexico

 

“Cinco de cada diez niños genio abandonan el país para desarrollar sus altas capacidades cognitivas y de innovación” (Forbes).

¿Cómo hacer crecer a los países subdesarrollados si sus talentos más grandes emigran a las naciones primer mundistas? El fenómeno de brain drain, traducido como fuga de cerebros, se refiere a los individuos con capacidad de generar gran impacto en la ciencia, los negocios, el deporte, etcétera, que deciden llevar dichas habilidades a las grandes economías del mundo, a pesar de que sus lugares de origen –en nuestro caso México- han invertido en ellos. Pero la cuestión es, ¿qué pasa con los países que dejan?

Según la Cepal, en 2009 México fue el cuarto proveedor de Estados Unidos de migrantes altamente calificados, después de la India, Filipinas y China. Con 1.4 millones de migrantes calificados en el exterior, México es el primer país de emigración calificada en América Latina y el sexto en el mundo. Entre 2000 y 2012, el número de mexicanos altamente calificados en EUA se multiplicó casi cinco veces más que la migración en general. En el aspecto económico, se calcula que México pierde alrededor de 600 000 dólares por cada cerebro sobresaliente que se va.

Las naciones ricas acaparan a los mejores prospectos de los países subdesarrollados, pero entonces, ¿cómo puede un país subdesarrollado luchar por alcanzar el crecimiento esperado si sus mejores individuos abandonan continuamente las filas del batallón y nadie hace nada para detenerlos? ¿Cómo es posible que a sabiendas de que el capital intelectual es el principal activo de cada empresa, de cada gobierno, de cada país, no se haga nada por fomentar el crecimiento del mismo y no se le brinden las oportunidades necesarias para desempeñar su tarea en territorio nacional? Es por ello que la fuga de cerebros se ha tornado en un serio problema para infinidad de países. Sin irnos tan lejos, en México podemos ver como cada vez son más los jóvenes profesionistas y empresarios preparados que emigran a otras naciones.

Los jóvenes mexicanos deben tener claro que son la materia prima de una nación llena de una inmensa cantidad de recursos naturales sin explotar; si la materia prima es defectuosa, entonces el país no podrá desarrollarse como potencia a pesar de contar con el capital para hacerlo. La teoría de que la emigración a lugares como Europa, Canadá o Estados Unidos es la respuesta a «la falta de oportunidades en México» es completamente errónea, ya que las oportunidades las creamos nosotros y de nosotros depende si crecemos y nos desarrollamos o nos quedamos estancados. No importa a qué parte del mundo vayamos, el resultado será el mismo si mantenemos la misma actitud.

¿Qué podemos hacer al respecto?

  1. Si eres un empresario consolidado y has plasmado tu talento en México creando empleos, rodéate de gente talentosa en puestos clave de tu empresa. Bríndales posibilidades de crecimiento para lograr retenerlos y crecer en conjunto. El talento debe sentir que genera conocimiento e ideas, ya que de lo contrario se irá.
  2. Emprender. No tengas miedo a desarrollar tu talento en un negocio propio que establezcas en tu lugar de origen.
  3. Absorbe todo el conocimiento de la experiencia internacional, ya sea que estudies o trabajes en el extranjero, y tráelo al país para aplicarlo y desarrollarlo. De esta forma, se tendrá un proceso de ida y vuelta, es decir, el brain drain se convertirá en brain gain, como dice Yevgeny Kuznetsov, editor del libro Migración internacional de habilidades, publicado por el World Bank Institute.
  4. Si vives en el extranjero, invierte capital en México para que nuevos talentos puedan crear un impacto que se multiplique, compartiendo la red de contactos de otras naciones con interés de inversión en México.
  5. Otro impulso de retención el cual no hay que olvidar, ya que es de los más importantes, es el sistema educativo. México debe hacer una gran inversión en este rubro y en la creación de programas para desarrollar su capital humano.

Podemos hacer muchas cosas para mejorar las posibilidades de nuestro país. No vivamos atrapados en un presente en el que lo mejor que podemos hacer son grandes fiestas de despedida a quienes se van.

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