Por Germán Rebolledo
México pasa por un momento muy doloroso. En este mes se han registrado catástrofes de gran magnitud que han sacudido a todo el país. Lo ocurrido el pasado 7 de septiembre en entidades como Oaxaca y Chiapas dejó a 300 mil personas afectadas, según cifras oficiales.
El día martes, en la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Guerrero y el Estado de México se movieron las entrañas de la tierra para causar uno los peores desastres registrados en los últimos años. Aún no existen datos concretos del alcance de éste fenómeno.
Una de las incógnitas que resulta relevante abordar se vincula con lo que va a pasar después del sismo. Es una realidad que las labores de reconstrucción en las zonas afectadas serán una tarea difícil y que requerirán una cantidad muy significativa de recursos.
Nuestro país cuenta con distintos mecanismos que operan cuando existen este tipo de desgracias, uno de ellos son los Bonos Catastróficos. México fue el primer país en emitir este tipo de instrumentos y ha hecho uso de ellos desde el 2007, después de la inundación en Tabasco que abarcó el 80% de la superficie del Estado.
A continuación, te dejamos algunos puntos para comprender mejor este tipo de herramientas:
- Los Bonos Catastróficos son mecanismos financieros que se implementan en situaciones de desastres de gran magnitud,tienen como objetivo atender las circunstancias de emergencia y apoyar en la reconstrucción de las zonas afectadas.Este tipo de acciones ayudan aminorando los efectos que estos sucesos tienen en la economía del país.
- México cuenta con un dote de 360 millones de dólares en estos bonos que renovó el pasado mes de agosto con el Banco Mundial (BIRF). Mismos que se dividen en tres partidas: 150 millones para ayuda en eventos que se relacionen con daños ocasionados por terremotos, huracanes en el Atlántico 100 millones y 110 para huracanes en el Pacifico.
- Para hacer efectivos estos bonos se deben de cumplir estándares que establece el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos y la Sociedad Geológica. En el caso de sismo dependen de dos factores: el lugar del epicentro y la magnitud que debe superar los 8 grados.
- Al activarse el bono, se recaudan los recursos parcial o totalmente en el Fondo Mexicano para Desastres Naturales (Fonden).
- El bono catastrófico puede ser aplicable en el caso de Oaxaca y Chiapas; ya que cumple con el parámetro fijado (un sismo mayor a 8 grados). La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), ha declarado que hasta el 10 de octubre se tendrá certeza de la activación de este bono y del monto autorizado.
- De acuerdo al contrato del mecanismo, no podrá hacerse efectivo en el caso del sismo que azotó a la Ciudad de México, Morelos, Puebla, etc. Ya que fue de menor magnitud de lo que se pactó (7.1). Sin embargo, Hacienda ha declarado que el Fondo de Desastres cuenta con un seguro de exceso de pérdidas, valuado en 5,000 millones de pesos que sí podrá ser utilizado en estas zonas.
La devastación que ha dejado esta serie de eventos en nuestro país, se ven reflejados en un muy amargo acontecer. Lo peor viene después del temblor y por ello, es necesario seguir trabajando en conjunto con los mecanismos como los Bonos Catastróficos para poder agilizar la recuperación de las zonas afectadas y brindar una ayuda efectiva. Los 5,000 millones de pesos del exceso de pérdidas, no van a bastar para recuperar todos los espacios que se perdieron, pero serán el inicio para construir un nuevo panorama en México.