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Bono poblacional

Durante las últimas décadas se ha estado discutiendo, si las inversiones directas en México se deben a que posee una buena cantidad de jóvenes, es decir, una suficiente mano de obra que lo hace atractivo a las compañías, sobre todo, en un país que ha estado expulsándola a los Estados Unidos y, con ello, otorgándole a sus estados del sur la posición de los más fuertes en producción (gracias a esos trabajadores baratos y de gran rendimiento).

Sin embargo, ahora la frontera se ha cerrado. Los mejores se han quedado en la nación vecina y sus hijos son norteamericanos, quienes, en su mayoría, se oponen a que continúe la migración masiva con el argumento de que esta limita sus oportunidades de empleo y abarata el pago de sus labores.

En México, mientras tanto, la población ya no es tan joven como en décadas anteriores y, al igual que en otras latitudes del mundo, se debe prever el envejecimiento de la sociedad. En el censo de 2010, Inegi reportó un total de 112,336,538 habitantes, lo cual ubicó a la república mexicana como el undécimo país más poblado a nivel mundial. Los pobladores con una edad de 0 a 14 años fueron 29.3 por ciento (16,498,731 hombres y 16,017,065 mujeres); de 15 a 64 años, 63.6 por ciento (34,453,410 hombres y 37,031,013 mujeres); y de 65 años a más, 6.1 por ciento (3,202,871 hombres y 3,736,042 mujeres).

La mayoría de los mexicanos se encontraba entre las edades de 24 y 47 años en aquel entonces. Hoy, estas generaciones tienen cinco años más y para el 2030 serán una sociedad adulta, la cual necesitará nuevos servicios y una infraestructura que ni siquiera se ha proyectado o previsto. De hecho, actualmente existen muy pocos grupos de adultos mayores como consultores en negocios de todos los tamaños o para obreros que buscan calificarse, o simplemente como agrupaciones con un cúmulo de experiencias, las cuales fueron de crisis, o bien, de desarrollo de proyectos y negocios que, posteriormente, han sido exitosos y son la base de las actuales empresas.

El ahora llamado adulto mayor por los avances de la ciencia y por los nuevos hábitos, tanto alimenticios como de ejercicio o de desarrollo humano, tiene un promedio de vida muy superior al de tiempos pasados; además de que su capacidad física y mental a los 70 años o más es todavía activa/productiva. Sin embargo, esta condición se ve afectada increíblemente por la jubilación o el retiro, ya que no se tienen programas incluyentes para estas personas, quienes merecen y quieren tener sus momentos de esparcimiento –tras llevar un ritmo de vida propio al del trabajador por varios años–, pero también requieren ser productivos y tomados en cuenta en su entorno.

Los países industrializados también comienzan a acusar el efecto de esta falta de previsión, pues en el último informe del Banco Mundial se reporta que la baja de crecimiento económico de ese tipo de naciones se debe en gran parte al envejecimiento de sus habitantes y a la caída dramática de los nacimientos, producto de programas gubernamentales que apoyan los abortos y las facilidades otorgadas a la disolución de los matrimonios. Súmese a esto, claro, la falta de integración de de la población de la tercera edad.

Las consecuencias de esto serán bastante negativas y para algunos, devastadoras, pues de estar trabajando diariamente, de repente se verán confinados a estar en su casa, en un sillón (en el mejor de los casos). Será como tener un tren que corre a cien kilómetros por hora, abrirle las vías y descarrilarlo.

En otros casos, cuando la persona se queda sola por circunstancias de la vida, los más cercanos –familiares o amigos– buscan un asilo para que ahí sea atendido. No obstante, es importante saber que los adultos mayores requieren, además de atención para satisfacer sus necesidades básicas, actividad; servicio que no todas las instituciones están preparadas para dar y, de esta manera, ayudarlos a no ser excluidos de la sociedad.

Así pues, el reto en la actualidad es reconocer que los jubilados, retirados o pensionados fueron los constructores de las bases y el andamiaje que mueve al mundo: lo que era su futuro, es el hoy de todos.

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