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Bill Gates sugiere seguir este plan para detener la pandemia de coronavirus

En no menos de tres ocasiones en los últimos cinco años, el fundador de Microsoft, Bill Gates, advirtió que la humanidad podría enfrentar una pandemia en el corto plazo. Ante la crisis desatada en África Occidental por el brote de ébola, en 2015 alertó que los gobiernos del mundo deberían de prepararse ante la posibilidad del surgimiento de una enfermedad extremadamente virulenta como si se tratara de una guerra. 

«La OTAN hace simulaciones de guerra para comprobar que las personas estén bien entrenadas y preparadas. Ahora necesitamos simuladores de gérmenes. No tenemos el tiempo a nuestro favor», señaló. 

Dos años después, en 2017, el magnate y filántropo volvió a poner el tema sobre la mesa la Conferencia sobre Seguridad desarrollada en Múnich. En aquella ocasión, el empresario indicó que la próxima pandemia podría nacer del ordenador de un terrorista avezado en ingeniería genética o por una variación muy contagiosa del virus de la gripe. 

«Los epidemiólogos aseguran que un patógeno aéreo de rápida evolución podría matar a más de 30 millones de personas en un año. Y dicen que hay una probabilidad razonable de que el mundo experimente un brote así en los próximos 10 o 15 años”. 

En 2018, durante un evento de la prestigiosa revista médica New England Journal of Medicine, Gates se mostró optimista por la erradicación de enfermedades como la Polio; sin embargo, hizo énfasis en un área en la que no veía mucho progreso: la capacidad de respuesta ante una potencial pandemia. “Simplemente no estamos preparados”, fulminó.

Mientras el coronavirus covid-19 avanza imparable en el mundo, en China están bajando los números de contagios y fallecidos

Es marzo de 2020 y los avisos proferidos por Bill Gates se han hecho realidad parcialmente. Desde su aparición el 31 de diciembre de 2019 en la localidad china de Wuhan, en la provincia de Hubei, el coronavirus COVID-19 ha contagiado a 144,000 personas alrededor del orbe y ha matado a 5,397 más. La enfermedad se ha extendido a 137 países del mundo. 

A finales de febrero, en pleno ascenso de casos confirmados, el fundador de Microsoft escribió  una entrada en su blog titulada “Cómo responder al COVID-19”, en el que alienta a los gobiernos del mundo a seguir unos pasos para detener el brote actual y, quizá más importante, prevenir los futuros. 

“En cualquier crisis, los líderes tienen dos responsabilidades igual de importantes: solucionar el problema inmediato y prevenir que suceda de nuevo. El coronavirus COVID-19 está exactamente en ese punto”, inicia. El filántropo señala que el mundo necesita salvar vidas mientras mejora la manera de responder a los brotes epidémicos en general. “El primer punto es más urgente, pero el segundo tiene consecuencias cruciales a largo plazo”.

El norteamericano reconoce que no está descubriendo nada nuevo, pues los especialistas sanitarios han incidido en ello durante varios años; dice que es precisamente por esa razón  por la que ha destinado una cantidad significativa de recursos junto con su esposa, a través de la fundación The Bill & Melinda Gates Foundation, para ayudar a la Humanidad a prepararse ante un escenario como el que describió. 

No obstante, la irrupción del coronavirus nos ha sumergido en una crisis al parecerse demasiado al patógeno que surge una vez cada siglo que nos han advertido los especialistas, apunta. 

Pero antes de someternos al pánico, hay que observar las cosas que podemos hacer para frenar una propagación cada vez más vertiginosa. “Las buenas noticias es que tenemos gobiernos locales, estatales y nacionales, además de autoridades y agencias sanitarias que pueden emprender acciones para detener la transmisión del virus”, sostiene Bill Gates.   

Una de esas acciones que cita el millonario es alentar a los países más fuertes económicamente a brindar apoyo a aquellas naciones pobres y emergentes a prepararse ante la pandemia, debido a que cuentan con sistemas de salud endebles y una crisis derivada del coronavirus podría causar un colapso.

La OMS advierte que la llegada del coronavirus a los países africanos de menor ingreso puede causar una severa crisis sanitaria.

“Al ayudar a los países de África y el sur de Asia a estar preparados ya, podremos salvar vidas y ralentizar la circulación del virus”, añade. 

Otro elemento importante es el desarrollo de tratamientos y vacunas. En este sentido, resalta la el logro de los científicos que fueron capaces de secuenciar el genoma del virus y desarrollar vacunas promisorias en cuestión de días. 

«El descubrimiento de los fármacos también se puede acelerar recurriendo a bibliotecas de compuestos que ya han sido probados para la seguridad y, aplicando nuevas técnicas de detección (integrando el machine learning), para identificar antivirales que podrían estar listos para ensayos clínicos a gran escala en cuestión de semanas». 

Esos son los medidas sugeridas para enfrentar la crisis actual, menciona Bill Gates. Pero también apela a profundos cambios para poder responder de manera más eficiente y efectiva “cuando la próxima epidemia aterrice”. 

Para ello, considera fundamental ayudar a los países pobres a fortalecer sus sistemas de atención primaria de salud. Sostiene que al contribuir a la construcción de clínicas de salud las naciones están creando infraestructura para combatir epidemias.  También señala que el tener trabajadores sanitarios capacitados ayuda a monitorear patrones de enfermedades, sirviendo como parte de los sistemas de alerta temprana que alertarán al mundo sobre posibles brotes. 

El mundo también necesita invertir en la vigilancia de la enfermedad, incluida una base de datos que sea accesible a las organizaciones relevantes en la materia y que establezca normas para que los países compartan su información». Para Bill Gates, los gobiernos deberían tener acceso a listas de personal capacitado: desde líderes locales hasta expertos mundiales que estén preparados para enfrentar una epidemia de inmediato. 

Un desafío importante que plantea la actualidad es la agilidad para el desarrollo aprobación de vacunas  y antivirales efectivos y seguros para entregar millones de dosis en pequeño espacio de tiempo ante el descubrimiento de un nuevo patógeno. Sin embargo, Bill Gates menciona que lo anterior supone retos  técnicos, diplomáticos y presupuestales, a la par de demandar una vinculación entre los sectores público y privado. 

“Pero estos desafíos se pueden vencer”, externa.

Señala que uno de los principales retos técnicos para las vacunas es mejorar las viejas formas de fabricación de proteínas , ya que son demasiado viejas para responder a una epidemia. Se necesita desarrollar plataformas que sean seguras, para que las revisiones regulatorias puedan realizarse rápidamente y que faciliten a los fabricantes producir dosis a bajo costo y gran escala.

Para los antivirales, agrega Gates, será necesario un sistema organizado para detectar los tratamientos existentes y las moléculas candidatas de manera rápida y estandarizada. 

Respecto a los esfuerzos diplomáticos, el fundador de Microsoft menciona que será indispensable la colaboración internacional y el intercambio de información, ya que el desarrollo de antivirales y vacunas implica pruebas clínicas masivas y acuerdos de licencia que crucen las fronteras nacionales.”

El último desafío es el fondeo para lograr lo anterior, ya que el presupuesto exigido es ingente. Para ello, Bill Gates sugiere la participación del sector público. 

“Los productos pandémicos son inversiones de elevadísimo riesgo, y las compañías farmacéuticas necesitarán fondos públicos para eliminar el riesgo de su trabajo y lograr que salten con los dos pies. Además, los gobiernos y otros donantes deberán financiar, como bien público mundial, instalaciones de fabricación que puedan generar un suministro de vacunas en cuestión de semanas”, explica Gates.

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