Desde hace tiempo, Silicon Valley es considerada la meca de la tecnología. Ahí se encuentran instaladas firmas monstruosas como Facebook, Google, Apple, Oracle, Paypal o Tesla Motors, por decir algunas. No por nada, gobiernos de todo el orbe quieren replicar el exitoso modelo para sus ciudades, los profesionistas aspiran a trabajar ahí y emprendedores desean visitar la zona para conocer los entresijos de las startups más valiosas del mundo.
La fascinación y curiosidad que desata el centro tecnológico, ubicado en el Área de la Bahía de San Francisco, ha motivado que productoras de cine hayan intentado retratar la vida diaria en Silicon Valley. Algunas de estas iniciativas se cristalizaron en filmes reconocidos como Piratas de Silicon Valley (1999). startup.com (2001) y Steve Jobs (2015).
Sin embargo, si quieres conocer con más fidelidad cómo se mueve actualmente la región tecnológica, quien fuera el hombre más rico del mundo por varios años, Bill Gates, recomienda ver no una película, sino una serie, una serie en particular: Silicon Valley.
«Considerando el enorme impacto que tiene Silicon Valley en nuestras vidas, estoy sorprendido de cómo la cultura pop apenas logra entenderla (…) Si realmente quieres entender cómo funciona hoy, deberían ver la serie de HBO Silicon Valley» sostiene el fundador de Microsoft en su blog.
La serie va de cómo un grupo de desarrolladores -con el personaje Richard Hendricks como protagonista- intenta tumbar al gigante tecnológico Hooli, una “obvia pero superficial referencia a Microsoft o Google”, sostiene Gates. A través de su startup Pied Piper, la serie recorre su travesía llena de obstáculos para descubrir su estrategia, desarrollar su producto y levantar inversiones: problemas elementales de cualquier emprendedor.
Si bien Bill Gates enfatiza que la serie es una sátira, por lo que se tiende a exagerar algunas cosas, el multimillonario reconoce que, como todas las grandes parodias, “Silicon Valley” retrata bastantes verdades. «La gran mayoría de las personalidades que vemos en la serie son familiares para mí. Los programadores son inteligentes, super competitivos incluso con sus amigos, pero un poco despistados en las relaciones sociales”. También reseña la figura de los emprendedores, los cuales son bienintencionados, pero tienden a exagerar con la visión de sus proyectos:
“Incluso un ferviente creyente de la tecnología como yo se tiene que reír cuando un personaje afirma que cambiará el mundo a través de una app que te dice si lo que estás comiendo es un hot-dog o no”, refiere.
Otro aspecto que rescata el ex director de Microsoft es la precisión de la serie, destacando que los productores y guionistas se embarcan en una exhaustiva investigación antes de la grabación de cada temporada.
Sin embargo, “Silicon Valley” no es ajena a las críticas. El filántropo admite que tiene amigos que no son miuy partidarios del show, porque lo ven como una burla hacia ellos. «Realmente deberías verla, porque no se mofan de nosotros más de lo que merecemos», suele responder Bill.
“Silicon Valley” también se distingue por poner en relieve el éxito y el fracaso que enfrentan los emprendedores, de acuerdo con el empresario estadounidense:
“Puedes creer, como yo, que las compañías tecnológicas sinceramente están mejorando nuestras vidas con increíbles herramientas, y también admitir que algunas veces, quién gana y quién pierde es un poco arbitrario. Alguien tiene una idea casi correcta, pero no del todo, y su negocio fracasa; pero entonces alguien más lo hace un poco mejor y es visto como un genio para el resto de su vida. La serie logra capturar esto de forma perfecta”, expresa Gates.
Empero, la serie no es perfecta. La única queja del norteamericano es que “Silicon Valley” proyecta la idea de que las grandes empresas tecnológicas (como Hooli) son ineptas, en comparación con los pequeños emprendimientos (como Pied Piper) quienes destacan por ser muy capaces.
«Mi experiencia es que las pequeñas compañías pueden ineptas, y que las grandes tienen los recursos para invertir en investigación y adoptar una visión de largo plazo que las pequeñas no se pueden permitir (…) Pero entiendo por qué la serie se centra tanto en Pied Piper y hace ver a Hooli tan tonta. Es más divertido apoyar al underdog».