La solidaridad y la compasión son un medio y una herramienta que puede cambiar vidas. Bertina Ponce, ha sido el cambio de muchos zacatecanos a partir de la asociación “Hay vida en mis sueños, Zacatecas”. De tal manera, ha dedicado sus últimos años a dar contención, apoyo y acompañamiento a niñas, niños y padres de familia que, por padecer de alguna enfermedad incurable, se encuentran en estado de vulnerabilidad.
Ponce se dedica a realizar los sueños, por los medios disponibles, de las y los infantes, al igual que gestiona lo necesario para que ellos y sus familiares regresen a casa con los soportes médicos necesarios. Dar segundas oportunidades para encontrar el bienestar no es una tarea sencilla, pero ha sido la vertiente sobre la cual se mueven sus acciones.
A partir de una promesa hecha a su nieto, ha sabido encontrar en las peores situaciones de otras personas, un camino para que puedan seguir avanzando, buscando siempre que los tiempos venideros, sean siempre tiempos mejores. Durante su labor en la asociación indica: «He estado en el acompañamiento de muchos niños durante su enfermedad y cada uno de ellos ha dejado huella en mí”.
Una manera de cambiar el mundo
Para poder llevar a cabo el acompañamiento y trazar caminos en los que la adversidad disminuya, indicó que es necesaria la comprensión, el amor, la solidaridad, el respeto y, sobre todo, la compasión. “No solo nos ponemos en los zapatos del otro, del necesitado, del afligido, sino que remediamos o por lo menos aminoramos el dolor de los demás”.
En este sentido, la indiferencia y la normalización del dolor ajeno han sido los mayores retos que ha tenido que enfrentar. Sin embargo, el trabajo constante y una serie de actividades han logrado dar la vuelta a las situaciones e ir más allá, para alcanzar las metas. La presencia del trabajo solidario puede verse en la permanencia de sus labores. Asimismo, puede destacarse el desayuno anual que organiza la asociación, dedicado a mil 500 personas.
Su dirigencia también ha atraído a más mujeres al proyecto, señala que: “las mujeres somos uno de los pilares más importantes de la sociedad, al tocarle el corazón hacemos maravillas y logramos todas las metas que nos proponemos.” la participación de mujeres ha sido también uno de los motores de la asociación para llevar bienestar. Agrega: “Solo es mostrarles lo solidarias que podemos ser para con otros, mitigándoles su dolor”.
Más allá de estos aspectos, las labores conllevan esfuerzo, dedicación y mucho trabajo. De tal manera que la compasión se vuelve un factor de cambio, al accionar para crear realidades mejores de quienes nos rodean. Por último, Bertina Ponce, indica que, en un futuro espera “que el mundo no nos cambie”. Las infancias sanas pueden hacer de este contexto algo mejor.