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Berni Labs: convertir la crisis en oportunidad

Una avioneta estrellada. Un incendio. Dos ladrones envenenados. Una ciudad en cuarentena, un banquero aburrido y un reportero curioso.

La historia de Berni Labs comenzó hace 26 años en Los Mochis, Sinaloa. El banquero aburrido era Jorge Berni, un ingeniero agrónomo que había creado un pesticida capaz de proteger los cultivos de plagas sin matar insectos ni contaminar el suelo, el agua y las plantas.

De su invento se supo cuando la ciudad quedó casi en cuarentena por la contaminación provocada por una serie de eventos fortuitos. Su vecino había estrellado una avioneta con fungicidas altamente tóxicos en un canal de agua potable. El desabasto que ocasionó el accidente aún no se resolvía, cuando el incendio de una bodega de agroquímicos sepultó a Los Mochis bajo una neblina amarilla. Luego, se supo de la muerte por intoxicación de dos campesinos que habían robado hortalizas de un almacén.

La contingencia ambiental llamó la atención de la prensa, que llegó a la conclusión de que la intoxicación de los ladrones había sido consecuencia del exceso de agroquímicos usados en la principal cuenca agrícola de México. Acostumbrados a abusar de estos productos, los agricultores se habían extralimitado en su empleo ese año para combatir un ataque de plagas particularmente fuerte.

“¿Qué alternativa tenían?”, preguntó el reportero curioso, y alguien le mencionó a Jorge Berni, cuyas dos hectáreas de cultivo eran las únicas que habían sobrevivido sin una gota de químicos.

“Mi papá sembró dos hectáreas con el prototipo que había hecho y otras dos testigo para ver qué ocurría […] miles de hectáreas se fueron para abajo y solo sobrevivieron dos, en las cuales había usado su fórmula”, relata su hijo Jorge Berni Beltrán, quien actualmente dirige Berni Labs desde Aguascalientes.

Berni Medina construyó su empresa sobre la patente de su pesticida. Biocrack fue su primer producto biorracional, es decir, que manipula y aprovecha las características naturales del suelo, el cultivo y las plagas para cuidar lo sembrado y la salud humana.

Con su aroma, el plaguicida hiperexcita a los insectos causándoles movimientos involuntarios, sensación que los hace abandonar el terreno. También, les provoca el efecto de distorsión de la alimentación: los hace creer que el tomate no es tomate, por ejemplo, dejan de comer y reproducirse, por lo cual deben irse o morir. Además, la fórmula atrae a insectos polinizadores.

A pesar de ser un ejemplo de cómo convertir una crisis en oportunidad, Berni Labs tuvo que luchar contra prácticas y costumbres arraigadas en la agricultura mexicana. Por esta razón, incluyó en su modelo de negocio la capacitación de clientes, distribuidores y usuarios.

“No nada más es aplicar por aplicar. Es el análisis como un todo: si veo plaga, por qué está ahí, cómo está mi planta, qué tan sana está, cómo está mi suelo, qué nivel de microorganismos tiene, qué nivel de materia orgánica, cuáles son tus prácticas… hasta quién es tu vecino, qué hace, por dónde vienen los vientos y el clima”.

Pero esta compañía ha ido a contracorriente no solo por su giro, sino también por todo lo que implica apostar por la innovación. Ahí, es donde Endeavor le ha ayudado a desarrollarse.

“Ayuda muchísimo en la parte de ordenamiento, estrategia, planeación. Antes no se planeaba; ahora sí. Estamos adquiriendo mayor madurez. Todavía falta, pero estamos en el proceso. Todo ha sido gracias al trabajo conjunto de Endeavor y la empresa, y la disposición de mi papá, porque en muchas ocasiones también había que explicarle por qué se debían hacer cambios. Al final, si es por el bien del negocio, no hay por qué achicopalarse con las decisiones”, afirma el director.

De Los Mochis y Aguascalientes para el mundo

En 1996, Berni Labs trasladó su oficina matriz a Aguascalientes por conveniencia logística. Desde ahí, distribuye productos para la agricultura, ganadería y acuacultura a más de 10 estados del país y Sudamérica.

Tiene presencia en Sonora, Baja California Norte, Baja California Sur, Culiacán, Jalisco, Colima, Nayarit, Chihuahua, Michoacán, San Luis Potosí y el Bajío. Fuera de México, llega a Costa Rica por medio de un distribuidor y de la mano de la marca Del Monte.

A la distancia, padre e hijo pueden decir que el esfuerzo ha valido la pena. Han ganado diversos premios y reconocimientos como:

Bio… ¿qué?

Los productos de Berni Labs son biorracionales. Eso quiere decir que están hechos de compuestos que manipulan la biología de los organismos para proteger los cultivos de plagas, sin matar directamente a los insectos.

Fractal: bactericida y fungicida que debilita al insecto al contacto, dejándolo expuesto a que otras fuentes lo eliminen.

Exakint: combate lombrices microscópicas que se adhieren a la raíz y bajan el rendimiento en producción. Activa hongos del suelo, los cuales atacan a la lombriz y no a la planta.

Kretum: energiza los cuatro estómagos de la vaca para que digiera mejor los alimentos y tenga mayor producción de carne o de leche, dependiendo del tipo de ganado.

Orium: estimula las defensas del camarón o del pez de acuacultura y baja el nivel de población de gregarinas, que obstruyen las vías respiratorias de los organismos acuáticos.

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