Icono del sitio Líder Empresarial

Bernardo Santos: el coraje de apoderarse del momento

Bernardo Santos

El pasado 26 de marzo, Bernardo Emilio Santos Santa Ana pudo haber sido presa de pánico escénico, ansiedad y miedo, pero el joven hidrocálido de 17 años no se arredró ante uno de los momentos más especiales de su corta vida. Al contrario, se apoderó de él.

Aquella noche, Bernardo acudió al segundo concierto de Coldplay en el estadio BBVA de Monterrey con un objetivo claro: subirse al escenario y tocar en el piano la canción “Gravity” junto a sus ídolos musicales, pieza que no había sido interpretada por la banda británica en casi dos décadas.

La idea le sobrevino una semana antes, tras ver una experiencia similar ocurrida hace unos cuantos años en un concierto en Alemania. “Me dije a mí mismo que quería intentarlo. Deseaba dar un paso cuántico, alcanzar un nivel más alto para adentrarme mucho más al mundo de la música”, relata. 

Para Bernardo, la música no sólo es una pasión heredada por sus padres: es un refugio, un espacio seguro en el que puede resguardarse cada que se siente mal o tiene un problema. “Me transmite paz. Me hace no sentirme solo porque siento que la situación que estoy atravesando alguien más ya la vivió”, explica. 

Así se presentó al recinto portando una cartulina con la leyenda “Can I play ‘Gravity’ on the piano with you?”. Problemas técnicos motivaron pausar el concierto, por lo que Chris Martin (vocalista de la banda) buscó a aquel joven que sostenía el cartel con la petición. 

Bernardo atravesó el mar de gente y logró subirse al escenario, para furor de los más de 50 mil asistentes, quienes vieron a aquel adolescente cumplir un sueño que probablemente todos hemos tenido en algún momento de nuestras vidas. 

“Sí sentí nervios, no lo voy a negar. Empezó a darme un poco de pánico escénico, pero desde el momento en el que comencé a hacer el cartel me sentí preparado, tanto física como mentalmente, para lograr lo que hice aquel día. Esa noche me enfoqué en lo que tenía que hacer, me concentré en el piano y las teclas que estaban frente a mí”, recuerda Bernardo Emilio.

Nunca dejen pasar las oportunidades que se les presenten. Simplemente aprovéchenlas, sin pensarlo, sin detenerse en el qué dirán”, sentencia.

Te puede interesar…

Salir de la versión móvil