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Bernardo Santos o cómo no dejar escapar el sueño de tu vida

Podrá sonar como un cliché, pero la aclamada canción ‘Lose Yourself’ de Eminem plantea una gran pregunta en sus primeros versos: “¿si tuvieras una oportunidad para alcanzar todo lo que has soñado, en un solo momento, ¿la aprovecharías? ¿o la dejarías ir?”. 

Más adelante, el rapero exhorta a adueñarnos del momento anhelado, porque “estas oportunidades llegan solo una vez en la vida”.  

Naturalmente, uno podría relacionar las rimas de la canción con el caso de Bernardo Emilio Santos Santa Ana, el joven hidrocálido de 17 años que cumplió el sueño de su vida al tocar el piano con Coldplay en su concierto en el estadio BBVA Monterrey, el pasado 25 de marzo. 

No obstante, uno de los recordatorios más importantes que nos dejó la experiencia inolvidable de Bernardo es que la mayoría de las veces, las oportunidades  no llegan, sino que se buscan y se trabajan para estar lo más preparado posible cuando estén frente a nuestros ojos. 

Una pasión heredada

Bernardo Santos nació en el seno de una familia que desde la infancia le inculcó la pasión por la música. “Desde pequeño he estado muy atento a cualquier tipo de sonido. Siento que gracias a eso he podido tener el oído muy sensible a percatarme de todo lo que sucede a mi alrededor, unido a que mis papás me inculcaron la música, en especial el rock clásico: Pink Floyd, Led Zeppelin, Alphaville”, recuerda. 

La alta sensibilidad en el sentido del oído, sumado a la vena musical heredada por sus papás, motivaron a Bernardo a aprender a tocar diversos instrumentos musicales: inició con la guitarra, siguió con el violín (enseñado por el maestro Saúl Robles y ahora está concentrado en el piano, con el que empezó de forma autodidacta.

Inicié por mi cuenta: viendo tutoriales en Youtube. Pero quería ir más allá, tener clases de piano, no solamente aprender a tocar oído, quería saber leer las notas (…) todavía necesito un poco de práctica al leer las partituras”, menciona Bernardo. 

Pese a que actualmente el piano es su piano favorito, el joven aguascalentense señala que cada instrumento tiene su encanto particular. Incluso, más allá de interpretar las canciones de sus grupos favoritos,  ya ha comenzado a componer diferentes piezas.

La música la considero como un lugar seguro, un refugio al cual acudir cada que me siento mal, triste, o tengo un problema. Me gusta mucho aislarme y ver la esencia y paz que me transmite la música, todos los sentimientos. Me hace no sentirme solo, porque siento que la situación que estoy atravesando alguien más ya la vivió. Entonces no me siento solo”, reflexiona Bernardo.

Un salto cuántico

La idea de tocar junto a Coldplay le sobrevino una semana antes de celebrarse el concierto. Inspirado al ver una experiencia similar hace algunos años con la canción de Overglow en un concierto en Alemania, Bernardo decidió probar suerte y dibujar un cartel con la leyenda  “Can I play Gravity on the piano with you?”.

Me dije a mí mismo que quería intentarlo. Deseaba dar un paso cuántico, llegar a un nivel más alto para adentrarme mucho más al mundo de la música”, relata. 

El adolescente le compartió el plan a sus papás durante el vuelo a Monterrey. Si bien ambos lo apoyaron, su mamá le preguntó: ¿estás consciente de lo que implica si se cumple tu deseo? La presión, los nervios de tocar ante una multitud de miles de personas, con uno de tus ídolos musicales. 

Pero Bernardo no dudó, lo tenía absolutamente claro. Se veía totalmente preparado para subirse al escenario a un lado de Chris Martin.

Domar las emociones

Al llegar al concierto, los demás asistentes  alrededor se percataron del cartel de Bernardo, quien al término de cada canción se subía a los hombros de su primo con el ánimo de que Chris Martin se percatara y accediera a subirlo al escenario.

El vocalista de Coldplay lo notó, pero pidió perdón y dijo que no sería posible. Finalmente, era una canción que ni siquiera habían tocado en casi dos décadas.

Me dije: no me voy a agüitar por esto, no voy a amargar mi concierto. Pasaron como tres canciones más y en uno de los puntos máximos del concierto, con el ambiente a todo dar porque se venía una de las mejores canciones, A Sky Full of Stars, sucedió un incidente en el que se estaba incendiando una de las lámparas atrás del escenario”, comenta Bernardo Santos. 

El ambiente se tornó un tanto estresante. Para romper la tensión, Chris Martin recordó aquel joven que sostenía una pancarta con la aspiración de subir con ellos en el escenario. El vocalista regresó al lado donde se encontraba Bernardo y lo invitó a subir con ellos. 

Repentinamente, ya estaba delante de cincuenta mil personas a punto de tocar el piano.

Honestamente sentí nervios. No lo voy a negar. Me dio un poco de pánico escénico, pero desde el momento en el que comencé a hacer el cartel me sentí preparado, tanto física como mentalmente para poder lograr lo que hice aquel día”, sostiene Bernardo.

Me enfoqué en lo que tenía que hacer, me concentré en tocar el piano y en las teclas que estaban enfrente de mí. Chris Martin también me dio mucha seguridad pues me tranquilizó para que no me pusiera más tenso”, agrega. 

Seize the moment

Bernardo describe aquella noche como única, irrepetible y memorable. Finalmente, este episodio lo ha inspirado a seguir y fortalecer aún más  su relación con la música.

“Claramente no quiero dejar mis estudios [cursa 4° semestre en la preparatoria de la UAA]. De hecho estoy pensando en si estudiar la carrera de Arquitectura, que es algo que me apasiona. Pero en un largo plazo, me veo como una persona que pueda ser reconocida por las canciones que pueda componer”, se sincera. 

Bernardo dio un salto cuántico el pasado 25 de marzo. Pero ese salto (exitoso) le fue posible tras pasar horas, y horas, y horas tocando el piano. Afinando aún más la sensibilidad de su oído. Se convenció a sí mismo que era posible tocar Gravity con Coldplay. 

Así como él, hay innumerables personas que sueñan tocar en el escenario con sus ídolos, o subirse a uno para tocar enfrente de miles de personas. Bernardo tiene unas palabras para ellos:
Nunca dejen pasar las oportunidades que se les presenten. Simplemente aprovechenlas, sin pensarlo, sin detenerse en el qué dirán, sin pensar en que pueden cometer un error en ese momento. Estas experiencias no se vuelven a repetir”, finaliza.

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