Benjamín Beckhart es graduado de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania y de la escuela de negocios de Harvard, tiene una experiencia de más de 25 años asesorando empresas, y fue presidente y CEO de varias compañías multinacionales, entre ellas Metco Inc., PepsiCo. Foods, Disney y General Mills.
De esta última, junto con su equipo de trabajo, fue el encargado de arrancar en México el posicionamiento de las barras de granola Natural Valley y con la compañía Wrigley las gomas de mascar Juicy Fruit y Orbit, de igual manera dirigió el lanzamiento de Stevia en Estados Unidos.
Benjamín logró que varias de estas compañías que dirigió figuren dentro de las Fortune 500, su experiencia y eficacia como líder lo hicieron mentor de Endeavor durante quince años. ¿Cómo logró esta vasta trayectoria? ¿Cómo coordinó a tantas personas hacia un mismo objetivo?
Al contrario de lo que muchos podrían pensar, el asesor asegura que el éxito está en “la capacidad de aprender, más allá de las habilidades adquiridas o en títulos universitarios”. Además de una desarrollada comprensión y empatía hacia el equipo de trabajo, pues la clave también está en “ser una persona curiosa, con un interés sincero en los demás y un gran sentido de la percepción […] la energía positiva se contagia”, agrega Benjamín para Líder Empresarial.
En el mundo actual esta visión de liderazgo parece lógica, pero a la vez extraña, pues se puede llegar a pensar que para lograr que las personas se enganchen en una misma meta, se debe ser duro, pragmático o rígido en cuanto a procesos y reglas, sin embargo, para Benjamín “la compasión no está peleada con la firmeza”, pues explica que alguna de estas llamadas soft skills, fueron perdidas por su generación: “Mi generación está muy enrollada en el resultado, justificamos los medios para llegar al fin, eso ya no es liderar con carácter, se necesita ser más inclusivo, regresar a los orígenes de ser más humanos”, explica el asesor.
Beckhart asegura que hay mucho que aprender de las nuevas generaciones, pues “los jóvenes han redescubierto algo que nosotros perdimos: definir un propósito. Antes se hablaba mucho de visión y estrategia, que significa a dónde vas y cómo lo vas a lograr, pero hemos olvidado el porqué lo hacemos”.
Para Benjamín el gran vacío que hay en el tema de liderazgo y la razón por la que regularmente se cree que para ser un hombre de negocios se debe ser frío, es porque les ha estado haciendo falta la parte humana: “la humildad para hacer preguntas y aceptar que no se tienen todas las respuestas, pensar y actuar con honestidad y ser genuino en ello”, y recordar que podemos inspirar a otras personas pues “nuestro ejemplo irradia”.
Recientemente Benjamín plasmó estas lecciones en su libro Lidera con carácter, y es mentor en la aceleradora de empresas de Aguascalientes 02X, en la que apoya a emprendedores y pymes en el Bajío a arrancar rápidamente sus proyectos cuidando siempre la sustentabilidad.
