De enero a septiembre del 2022, México recibió 42 mil 978 millones de dólares (mdd) en remesas. Esto representó un aumento del 15% respecto al mismo periodo de 2021, pese a las afectaciones por la pandemia de COVID-19, de acuerdo con cifras del Banco de México (BANXICO). Aguascalientes recibió 622 mdd, cuando había recibido durante el 2021 la cantidad de 502 mdd; es decir, obtuvo un 24% adicional. En la lectura anual 2020 vs 2021, esto representa un aumento de más del 29%.
Aguascalientes cuenta con 1.13% de la población nacional, pero ha logrado recibir el 1.45% de las remesas nacionales. Durante el último año, aún con pandemia y tras las advertencias por agencias internacionales de que las remesas a nivel mundial disminuirían, siguió en aumento la cantidad de envíos a nivel nacional y local.
Sólo Tabasco obtuvo un poco menos en 2022 respecto al año anterior, pero la mayoría de los estados incrementó su recepción. En entidades como Chiapas y Oaxaca se ha recibido 43% más que en el 2021.
La región aledaña a Aguascalientes ha permanecido también al alza en los últimos meses y años, al punto de recibir actualmente más de 40 mdd diarios; 2.2 mdd de estos son cobrados en la entidad hidrocálida.
Bajío, hogar para las remesas
Prácticamente tres de cada diez dólares enviados desde la Unión Americana tienen como destino los hogares del Centro Bajío Occidente. Esta región tradicionalmente migrante cuenta con el 18% de la población nacional y obtiene el 28% de las remesas. Aguascalientes se encuentra entre los doce estados del país que más reciben dólares, a razón de 1.34 dólares diarios por persona. Los casi 700 millones anuales recibidos en el 2021 bien alcanzaron para 180 mil familias.
Entre los estados de la región, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro reciben más dólares per cápita que el promedio nacional (a razón de 1.55 diarios por habitante).
Ante la Agenda 2030
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible afirma la necesidad de alcanzar Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y propone la seguridad del proceso migratorio. De los 250 millones de personas que viven actualmente fuera de sus países de origen, aproximadamente 200 millones de migrantes abandonaron sus hogares con el fin de enviar remesas a sus familias. Ellos lo hacen para que no todos tengan que migrar.
Por lo tanto, es vital para alcanzar los ODS ayudar a que las familias receptoras de remesas maximicen su beneficio en el desarrollo de sus propios recursos. La comunidad internacional puede considerar a los migrantes como agentes de cambio y socios clave en esta iniciativa.
Se calcula que el 75% de las remesas se destinan para atender necesidades básicas y el 25% restante se utiliza para otros propósitos.
Con estas cantidades aparentemente modestas, la mayoría de las familias receptoras intentan alcanzar “sus propios ODS”: reducir la pobreza, mejorar la salud, la nutrición, las opciones educativas, la vivienda, el saneamiento y la actividad empresarial, facilitar la inclusión financiera, así como reducir la desigualdad. También pueden hacer frente a la incertidumbre mediante el ahorro y la adquisición de bienes para asegurarse un futuro más estable.