Cada día se venden más autos usados que nuevos; además, de que el precio de los autos usados cada vez incrementa más. ¿Por qué?
El actual panorama económico global —que implica la pandemia por COVID-19, la guerra en Ucrania y los golpes inflacionarios derivados— ha provocado una gran escasez de componentes electrónicos (microcomponentes, semiconductores y chips) indispensables para la producción automotriz, así como el encarecimiento de las cadenas de suministro.
Como resultado, de acuerdo con la consultora JD Power, tan sólo en 2021 se perdió la producción de más de 585 mil vehículos en México.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) también dio a conocer que en 2022 el sector automotriz presentó un encarecimiento del 8.9% anual; aún más, algunos segmentos automotrices enfrentan alzas de hasta 10% o 12%.
Consiguientemente, esta industria se ha visto gravemente afectada. Dependiendo del modelo y de la marca, para la adquisición de un automóvil nuevo el tiempo de espera promedio va desde los cuatro meses hasta un año.
Auge de los autos usados
La contracción de vehículos nuevos, la caída de sus ventas, la creciente demanda por parte de los jóvenes, ciertos beneficios económicos (considerando que los automóviles sufren un depreciación del 20% al salir de la concesionaria y posteriormente un 10% anual), la inmediatez de entrega, entre otros factores, han provocado que los seminuevos se encuentren en su era dorada.
En pleno 2023, adquirir un seminuevo es una opción natural para todo aquel que busca adquirir un auto.
Precio de los autos usados a la alza
A su vez, el financiamiento de la banca de seminuevos ha ido a la alza (con un crecimiento de 48.8% para 2022), mientras que el crédito de vehículos nuevos se redujo a 2.8%, según cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles (AMDA).
JD Power también calcula que los precios de los seminuevos han incrementado de un 14% hasta un 30%. Igualmente reporta que el mercado mexicano de autos usados es de 11.5 millones de unidades anuales.
Ante tal apogeo, no es de extrañar que start ups mexicanas como Kavak y Caranty (ambas comerciantes de automóviles usados) efervescan como top of mind para el consumidor a la hora de buscar un automóvil.