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Automedicación puede poner en riesgo la vida: Investigadora de la UAA

La automedicación puede dañar seriamente la salud, al provocar desde sangrado del tubo digestivo, daño renal, úlcera gástrica, reacciones alérgicas, resistencia bacteriana, hasta síndromes severos que requieran hospitalización y que pongan en riesgo la vida del paciente. 

Así lo señaló la Dra. Nadia Huitrón Castro, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, quien advirtió que el uso de fármacos sin prescripción y orientación médica es muy común en nuestro país, pues se estima que el 80% de la población recurre a ello al considerar costoso acudir al médico o confía en las recomendaciones de conocidos. 

La galena mencionó que los medicamentos más utilizados son los de venta libre como los analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos, naproxeno, ibuprofeno, piroxicam y aquellos que frecuentemente son promocionados en los medios de comunicación.

La especialista compartió que la automedicación es una práctica que no distingue edades, no obstante, en la actualidad son los jóvenes de entre 20 y 25 años quienes adquieren fármacos sin consejo médico basándose en artículos colgados en internet. 

Alertó que la saturación de información y su accesibilidad impactan negativamente, pues los pacientes no cuentan con los conocimientos suficientes para discernir con facilidad las fuentes confiables a diferencia de un médico. 

La doctora manifestó que otro elemento importante a considerar al momento de consumir medicamentos son las contraindicaciones para mujeres embarazadas, niños y personas de edad avanzada, especialmente si tienen algún otro tipo de padecimiento, pues los riesgos pueden ser más severos. 

Reiteró que la supervisión médica es fundamental para dar seguimiento a tratamientos aparentemente sencillos. 

Finalmente, la Dra. Natalia Huitrón exhortó a que, ante cualquier malestar y, sobre todo en un contexto de pandemia, se busque atención médica inmediata, en primer lugar, para verificar la existencia o no de COVID-19 y determinar el manejo que requiere, y en segundo lugar, para mantener un constante monitoreo de la evolución del paciente ante posibles reacciones adversas

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