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AT&T vs Telcel, una dura pelea en telefonía celular

Una dura batalla se está llevando a cabo en el mercado de la telefonía celular.

Al tercer trimestre de 2016, Telcel, AT&T y Telefónica generaron ingresos en conjunto de 60,300 millones de pesos, aproximadamente, una reducción de 4 por ciento respecto al mismo periodo de 2015.

Sin embargo, mientras Telefónica y Telcel presentaron caídas en sus ingresos, AT&T tuvo un alza en ingresos y usuarios, de acuerdo con un análisis hecho por Mediatelecom Policy & Law.

De 60,300 millones de pesos, Telcel contribuyó con 71 por ciento (42,813 millones); AT&T, con 19 por ciento (11,457 millones) y Movistar, con 10 por ciento (6,030 millones de pesos).

La firma de consultoría manifestó que entre las causas de la reducción en los ingresos de las telefónicas están la volatilidad económica y la nueva dinámica de los operadores, que en búsqueda de incrementar la base de usuarios sacrifican márgenes y precios.

Dio como referencia que durante el último año, el peso se ha depreciado en más de 20 por ciento frente al dólar estadounidense. “Para Telefónica y AT&T, que reportan sus ingresos en euros y dólares, respectivamente, significa que se pierde aún más en la conversión».

Movistar reportó una mayor caída en sus ingresos, en pesos mexicanos, durante julio-septiembre de 2016, y sus ventas por servicios móviles se redujeron 17.1 por ciento, contra 28.3 por ciento si se consideran los ingresos en euros. En el caso de AT&T, los ingresos en pesos se incrementaron 14.82 por ciento, “pero se mantuvieron prácticamente planos en su conversión a dólares».

Telcel reportó que sus ventas al tercer trimestre decrecieron 3.49 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2015.

Lo anterior significa que la caída en los precios impacta sobre los ingresos por usuario que obtienen los operadores; no obstante, para compensar dicho descenso, estos se enfocan en la venta de servicios pospago y terminales que aseguren la lealtad y un ingreso fijo de los usuarios y, al mismo tiempo, el consumo de servicios de valor agregado.

Fuente: El Economista

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