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Así serán las casas en el Aguascalientes del 2050

Mide unos 40 metros cuadrados, pero tiene todo: recámara, cocina, lavandería, baño con tina, sala de entretenimiento y un pequeño estudio. Pronto estará equipada con tecnología para aprovechar la luz del sol, controlar el clima y la iluminación y ser manejada a través apps. Es la casa del Aguascalientes del año 2050.

El prototipo de vivienda está listo y fue diseñado por alumnos de la ingeniería en innovación y diseño de la Universidad Panamericana Campus Bonaterra. Por ahora, todo el mobiliario y equipo son de unicel, pero en 2016 será una casa en toda la extensión de la palabra… y de una caja de tráiler.

Luis Arturo Méndez, director de la ingeniería en Innovación y Diseño presentó los avances a tres semanas de que estudiantes y académicos de Aguascalientes y Japón comenzaran a trabajar en el Future Lab House Summer Camp.

“Falta todavía hacer mucho: que los muebles se hagan en la realidad (porque ahorita estamos viendo modelos de lo que sería) y falta todavía acondicionar mucho en cuestión tecnológica. Estamos pensando que nos vamos a llevar, en hacer algo tecnológicamente viable, lo que resta del año y todo el año que entra. Estamos viendo la manera de encontrar algunos fondos, algunos apoyos”, informó Méndez.

Junto con el proyecto de ingeniería, se lanzó en Aguascalientes el movimiento Casa Futuro Lab: una organización sin fines de lucro cuyo objetivo es difundir esta idea y hacer viable la producción de estas casas para personas que no pueden acceder a créditos de vivienda o que actualmente viven en casas de cartón en México y otros países de América Latina.

“No es tanto competir con lo que conocemos como interés social, porque estos son programas muy extendidos, que han tenido su penetración. Pero la gente que tal vez no ha tenido acceso a esos programas y que vive en casas de cartón o de lámina es la primera a la que nosotros queremos beneficiar”, explica.

Como programas tipo Infonavit, la vivienda sí tendría un costo para los usuarios. El objetivo es que no supere los 100,000 pesos y que, a través de convenios entre las empresas y la organización Casa Futuro Lab, los trabajadores puedan acceder a créditos y programas de descuento vía nómina que les sean gravosos.

El docente de la UP señala que “incluso queremos crear un programa de autoconstrucción: que ellos participen en la solución y en el acomodo de su casa para que se sientan involucrados”.

En el proyecto trabajan 30 alumnos de ingeniería de la UP en conjunto con el ingeniero Keita Kasahara, dueño de Kasahara Group; el arquitecto Kastuma Yamao y dos estudiantes que vinieron de Tokio durante el verano para trabajar en el modelo.

A mediano plazo se buscan convenios con empresas muebleras y de línea blanca, principalmente, que puedan desarrollar aparatos más adecuados a las dimensiones de esta vivienda.

El modelo está pensado para generar villas donde los habitantes, que pueden ser familias, grupos de trabajadores o estudiantes, gocen y compartan los servicios básicos.

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