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Así cierra el año Aguascalientes en generación de empleos

Al cierre de este año, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) informó en su reporte laboral correspondiente al tercer trimestre del 2020 que se encuentran en Aguascalientes 325,210 trabajadores mexicanos asegurados en el IMSS, lo que representa el 1.63% del total nacional, cifra superior a la de su participación demográfica del 1.1% nacional. 


Asimismo, la tasa de desocupación continuó en una cifra semejante a la del año anterior de 3.5%, porcentaje mayor al del país que es de 2.9. Después de la contingencia por la COVID-19 seguramente estos datos se incrementarán pero esta lectura será la base para conocer las diferencias.

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Más empleadores, menos asalariados

Aguascalientes cuenta con el 1.4% de los empleadores que siguen sosteniendo el 1.2% de los trabajadores asalariados, y sólo 0.7% de trabajadores por cuenta propia, lo que permite seguir considerando un faltante de al menos 50 mil efectivos trabajando por su propia cuenta, así como desempeñando artes y oficios muy demandados y poco difundidos. 

Del año 2000 a la fecha se han venido reduciendo en el estado los ocupados bajo esta modalidad pasando del 17% al 13.8%, cifra muy baja comparada con los estados vecinos que siguen contando con uno de cada cinco de sus ocupados como dedicados a estas actividades.

En materia salarial, Aguascalientes suspendió su acercamiento a los salarios percibidos por el promedio nacional, pese a su productividad y mayor grado de especialización. El salario medio de cotización de los aguascalentenses en el IMSS quedó  en 382.6 pesos, contra los 401.8 pesos de los mexicanos en general, a octubre del 2020. 

Antes de que iniciara la pandemia, la población económicamente activa (PEA) del estado, la reportaban con 605 mil 419 efectivos, de los cuales la mayoría, 584 mil 992, se encontraban ocupados al término del 2019, predominando los asalariados con 445 mil 360. 

Para el cierre del 2019 el número de empleadores ascendía a 28 mil 434; por su parte, los “cuenta propia” se habían incrementado paulatinamente, contando al cierre con 85 mil 370. Los datos actuales indican 5% menos ocupados; 2% menos asalariados y una  reducción del 11%  en los trabajadores por cuenta propia, pero con 14% más empleadores que hace un año alcanzando la cifra de 32 mil 529.

Educación superior y su incidencia en el desempleo

Analizando la evolución de los indicadores laborales tenemos diversos segmentos establecidos por edades, donde los cambios más importantes se han dado en los dos grupos extremos. 

Vemos, por un lado, que el grupo de jóvenes entre los 14 y 19 años ha reducido su porcentaje de participación a la mitad, pasando del 12% al 6% en 20 años; los grupos de 20 hasta los 49 años conservan un porcentaje semejante de participación (71%). Pero, a partir de los cincuenta años, los adultos maduros y los adultos mayores, tienden a duplicar su participación laboral en el tiempo, durante el mismo lapso (20 años), pasó del 16% al 23%.

Por escolaridad o nivel de instrucción, en los últimos 19 años se ha venido modificado el perfil del desempleado: el 44% cuenta con estudios de educación media o superior, 15% más que en el año dos mil; 46% de los desocupados tienen instrucción secundaria y sólo 10% cuentan con primaria o están sin instrucción, cuando en el 2000 eran 29  de cada cien.

De hecho, la tendencia apunta a que tres de cada diez de los desocupados tenga en su haber algún estudio en educación superior. En general, en las zonas industriales la desocupación y la rotación de personal son mayores que en las zonas rurales o de economías más tradicionales. En Aguascalientes, pese a la creación de nuevas inversiones y empleos, se suele tener un desempleo alto respecto al nacional (3.6%) siendo particularmente alto en la capital.

¿En dónde trabajan los hidrocálidos?

Al cierre del tercer trimestre del 2020  la mayor parte de la PEA hidrocálida se dedica a la industria manufacturera, la industria extractiva, a la construcción o al comercio, sumando éstas un 49%, lo que equivale a una cifra superior a los 271 mil 925 efectivos, que en general se encuentran devengando entre los dos y los cinco salarios mínimos. Sólo el 5% del total se dedica a las actividades agropecuarias; un dato inferior al de los trabajadores del gobierno (6%). El 39% restante labora en el transporte, las comunicaciones y los servicios.

En la participación de hombres y mujeres, los valores de los varones vienen a la baja, tanto como los de las mujeres se comportan a la alza. Así, la tasa masculina de participación, que llegó al tercer trimestre del año 2000 al 64%, por 36% de la femenina; actualmente se encuentra en 62% por 38% modificando la pandemia la feminización del empleo en Aguascalientes.

Menos empleos, ¿qué se puede hacer?

A finales del 2019 el estado de Aguascalientes contaba con una población económicamente activa PEA = 605 mil 419 pero se encontraban en realidad ocupados 584 mil 992 y el resto (3.37%) o 20 mil 427 estaban desocupados. Un año después, la PEA ha disminuido a 585 mil 389 ocupando a 554 mil 951 efectivos. Los empleos disminuyeron en 30 mil 041 durante diez meses, lo que representa un decremento importante de aproximadamente 3 mil empleos perdidos al mes, mismos que podrían abonarse a la contingencia del coronavirus.

En el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de periodicidad anual,  se proporciona un panorama general de los esfuerzos realizados hasta el 2020 para su aplicación en todo el mundo, subrayando las esferas de progreso y las esferas en las que se deben tomar más medidas para garantizar que nadie se quede atrás.

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Cuando se cumplen cinco años de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, destacan los progresos que se han logrado en el mundo en algunos ámbitos como la mejora de la salud materna e infantil, la ampliación del acceso a la electricidad y el aumento de la representación de las mujeres en los Gobiernos. Aun así, estos avances se han visto contrarrestados en todo el mundo por la creciente inseguridad alimentaria, el deterioro del entorno natural y las persistentes desigualdades dominantes. La pandemia de COVID-19 ha desatado una crisis sin precedentes que ha obstaculizado el progreso, lo que afecta en mayor medida a las personas más pobres y vulnerables del mundo. La recuperación de la actividad laboral está en la ruta de salida junto con la detección de riesgos para la salud.

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