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Asalto al capitolio de los EE.UU: ¿Representó un intento de Golpe de Estado?

Alentados y azuzados por el propio presidente Donald Trump, quien obstinado volvió a insistir en que su derrota electoral se debió a un fraude perpetrado por los demócratas, cientos de partidarios del polémico republicano irrumpieron en el emblemático recinto del Capitolio de los Estados Unidos, sede de las dos cámaras del Congreso del país nortamericano, con el objetivo de evitar la certificación de Joe Biden como próximo mandatario. 

El episodio de violencia se saldó -hasta el momento- con cuatro personas fallecidas, varios policías hospitalizados, y una serie de imágenes dantescas y vergonzantes como la bandera confederada, símbolo de opresión, racismo, paseándose por el Capitolio. 

Ahora bien, ¿la turba enardecida y violenta que tomó “uno de los bastiones de la libertad” de los Estados Unidos representó un intento de golpe de Estado?

Biden: un asalto al Estado de Derecho

El próximo presidente de los Estados Unidos mandó un mensaje a la nación simultáneo a los momentos de la revuelta ocasionada por la turba extremista, refiriéndose al ataque al Capitolio como un ‘asalto al Estado de Derecho’.

«Es un asalto contra los representantes del pueblo y la policía del Capitolio que ha jurado protegerlos. Un asalto al Estado de Derecho como pocas veces se ha visto«, manifestó el demócrata. 

Biden rechazó que la turba enardecida representara a los Estados Unidos, describiéndolos como «un pequeño número de extremistas dedicados a la anarquía. Esto es desorden, caos, raya en la sedición y debe terminar ya«. 

Hoy, un día después del grave incidente, el presidente electo calificó los hechos ocurridos como «uno de los días más oscuros en la historia de los Estados Unidos», «un asalto en el bastión de la libertad«. 

Faltó participación del Estado

The Conversation, una red de medios de comunicación sin fines de lucro que publican historias escritas por académicos e investigadores, señaló que hay tres características principales para determinar si una revuelta puede ser considerada ‘Golpe de Estado’.

Estos son: 1) los perpetradores son actores estatales; 2) la rebelión tiene como objetivo el jefe de Gobierno; 3) utilizan métodos ilegales e inconstitucionales para hacerse con el poder.

Los manifestantes pro-Trump eligieron como objetivo una rama del poder del Estado (el Congreso) y se enfrentaron a él de forma ilegal, es decir, irrumpiendo en el edificio y causando destrozos. Con esto se cumplirían, por tanto, el segundo y el tercer criterio. Pero en lo que respecta al primero, los participantes en la revuelta aparentemente eran civiles que actuaban por voluntad propia, y no actores estatales”, refiere The Conversation, invalidando el calificativo  de  ‘intento de Golpe de Estado’ para describir lo ocurrido ayer. 

Estados Unidos no ha sufrido un golpe de Estado, pero es probable que la insurrección azuzada por Trump hunda al país en una dinámica de turbulencias políticas y sociales” advierten Clayton Bersaw, investigador de la University of Central Florida y Matthew Frank, estudiante de maestría en Seguridad Internacional de la University of Denver, firmantes del artículo publicado en The Conversation. 

Eugene Robinson, columnista del prestigioso medio The Washington Post, difiere de lo establecido por The Conversation, y señala rotundamente que las escenas de violencia vividas ayer en el Capitolio son un intento de Golpe de Estado.

“Seamos claros: lo que sucedió el miércoles 6 por la tarde en el Capitolio de Estados Unidos fue un intento de golpe de Estado, incitado por un presidente sin ley que intenta desesperadamente aferrarse al poder y alentado por sus cínicos facilitadores republicanos en el Congreso”.

El periodista se muestra optimista de que la nación norteamericana, aún debilitada por la insurrección perpetrada por los seguidores de la extrema derecha, pueda salir adelante en el corto plazo. Sin embargo, Robinson es escéptico ante “las heridas profundas que Trump ha infligido a la nación”. Pagaremos por el error de elegir como presidente a este hombre amargado y retorcido durante mucho, mucho tiempo”, agregó. 

Un retroceso democrático, ¿más dañino que un Golpe de Estado?

En un reportaje publicado en The New York Times, escrito por Amanda Taub, la politóloga de Hamilton College, Erica Bruin, afirmó que las presiones de Donald Trump al secretario de Estado de Georgia para revertir los resultados de la elección presidencial en su entidad, así como la incitación a una turba violenta que acabó con el ataque al Capitolio de los Estados Unidos, suponen acciones tan serias como las de un Golpe de Estado, pese a que lo sucedido ayer no encaja técnicamente con el concepto. 

No obstante, los especialistas citados en el artículo alertan que las acciones perpetradas ayer suponen un “retroceso democrático que requiere tácticas diferentes a las que se usarían contra un golpe”. 

Estos días, las democracias tienden a colapsar tras recaídas graduales que no llegan a cuadrar con la definición técnica de golpe de estado pero que resultan ser más dañinas. En países de todo el mundo —entre ellos Turquía, Rusia, Hungría y Venezuela— ha surgido un patrón claro en el que los líderes llegan al poder a través de elecciones pero luego socavan las normas, desmantelan las instituciones y cambian las leyes para retirar las restricciones a su poder. Al final, sus países son, excepto en nombre, dictaduras”, subraya el reportaje, enfatizando que el actuar de Donald Trump se alinea con esta categoría. 

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