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El joven que combinó arte, maquillaje y negocios

Redacción: Tania García

Video Producción: Alejandra Ulloa

Un artista, como un emprendedor, se define por su incansable necesidad de crear y transmitir. Intervenir un lienzo, un rostro o una sociedad, tiene como finalidad, no sólo impactar, sino transformar. Para Bryan Rivera el arte y los negocios siempre han ido de la mano.

Desde los 8 años tomaba cursos de pintura, dibujo y música; el arte, recuerda, siempre estuvo en su formación. A los 18 años lanzó su primera empresa. A pesar de los deseos de sus padres, para este joven inquieto la universidad no le ofrecía el mismo aprendizaje que podía obtener al ser autodidacta.

Los pinceles que siempre han estado entre sus manos, ahora llevan maquillaje. Bryan Rivera comenzó a maquillar a su mamá, tías y modelos. Con práctica y algunos cursos, su técnica se perfeccionó y poco a poco su equipo de maquillaje fue creciendo, actualmente cuenta una gran variedad de pigmentos de marcas como Motives, Skin Intelligence y Lumiére para cualquier mujer en el mundo.

“Para mí el maquillaje es arte, no te riges por lo que hay, tu puedes crear. Para mí una clienta es tal cual como un lienzo, solo que algunos lienzos bueno están un poquito más maltratados hay que cuidarlos, hay que hacerles sus retoquitos para dejarlos al cien, mis maquillajes los inicio por cuidado de la piel y ya posteriormente puedo empezar a maquillar; primero tengo que tener el lienzo bien pulido, para que me pueda inspirar y hacer la colorimetría indicada de cada clienta”, comenta.

Luego de contar con una agencia de modelaje Teen Model y una agencia de marketing, Bryan Rivera decidió enfocarse, junto con Diego Servin, en un estudio de maquillaje y fotografía: Black Shine Studio.

“En mi lado muy empresarial me sentía como un poco vacío, no me estaba realizando al cien y quise sacarle provecho a este lado artístico que yo tenía y poderlo vender.

Me encanta porque el ser parte de un sueño, de ese día tan especial, una boda, una graduación, los XV años o la chava que se quiere ver guapa. No me gusta ocultar aspectos del rostro, me gusta resaltar los rasgos más importantes y poderles ayudar a mejorar su autoestima y que se proyecten más como mujeres y que se sientan seguras”, expresa.

Con sólo seis meses, Black Shine Studio ya ha sido buscado por empresarios del D.F. para consolidarlo como franquicia. Una de las metas será lograrlo, afirmó Bryan Rivera. También continuara con talleres de automaquillaje, maquillaje profesional y asesorías a figuras públicas y de la política.

Este emprendedor de 22 años es un convencido que cada experiencia, y más las malas, traen fortalezas y conocimientos; sin embargo, para obtenerlos es necesario salir de la zona de confort.

“Creo que lo más importante es hacer lo que nos gusta, lo que nos apasiona y si nos da para vivir bien que bueno, y si nos da para vivir como artistas pues que mejor.

Emprender, yo creo que es algo que debemos de fomentar desde la educación, no está muy bien estructurado en la formación académica que nos brindan en la escuela; nos enseñan a ser obreros, nos enseñan a ser trabajadores, y entiendo que es muy difícil poderte salir de ese sistema pero no imposible.

El éxito está en que realices un proyecto, el que realices una meta que te lleve a alcanzar tus objetivos de vida, eso para mí es el éxito”, reflexiona.

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