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Arreglarse la barba, una experiencia para hombres distinguidos

Si existe un gremio que tiene que agradecerle algo a los hipsters, es el de los barberos. Cargado de historia, hubo un tiempo en el que este oficio solo podía ser desempeñado por personalidades respetables y distinguidas. Poco a poco, las barberías se convirtieron en lugares donde retocarse el vello facial era más una excusa para conversar y ponerse al día que una necesidad.

Todos estos códigos están regresando con fuerza debido al auge de las perillas millennials. Las nuevas barberías son sitios con un ambiente muy masculino; mezclan la modernidad y una clásica distinción que convierte un simple rasurado en un momento especial.

Por eso, hicimos un recorrido por algunos de los establecimientos que mejor han sabido (re) crear esta experiencia.

Barbería Tres46, donde el talento es lo que cuenta

Boulevard Luis Donaldo Colosio #346

Fotografía: Edgar Pérez/Líder Empresarial

Los hermanos Macías, Raúl y Óscar, emprendieron un viaje a México (cerca del barrio de Tepito), con el fin de comprar artículos antiguos que adornaran la barbería de sus sueños. En un inicio, su idea era la de crear un gents club muy exclusivo; pero con el tiempo decidieron que en compañía de una cerveza y videojuegos, cualquier persona podría formar parte de Barbería Tres46.

“Un barbero trabaja con las manos, con la mente y con la palabra; la simpatía genera una impresión positiva en el cliente”.

“La esencia de una barbería viene de quien ejerce el oficio. Puedes tener el mejor material, pero si el barbero no sabe hacer muy bien su trabajo, entonces el mensaje que queremos transmitir se pierde… Lo importante es ayudar al cliente a encontrar su estilo”, explica Óscar.

Él asegura que a su negocio se han incorporado “personas con talento y experiencia que han trabajado duro desde pequeños para dedicarse a esto”; por lo cual, la pasión para hacer las cosas enmarca el perfil que Tres46 busca en sus colaboradores. “Un barbero trabaja con las manos, con la mente y con la palabra; la simpatía genera una impresión positiva en el cliente”.

Don Juan Barbería, la navaja folk

Madero #347, Zona Centro (dentro de Quinto Barrio)

Fotografía: Edgar Pérez/Líder Empresarial

Al desempeñarse varios años como modelo y músico, Óscar Preciado comprendió que tener una buena imagen es muy importante para los hombres. “Les brinda seguridad y cambia su perspectiva del mundo”. Conjuntar estos elementos con un buen servicio, lo llevó a formar un nuevo concepto en barberías en la ciudad de León, el cual ha llegado a Aguascalientes.

Don Juan Barbería se caracteriza por plantear esquemas diferentes. Los socios buscan romper con la idea de que la música y el concepto de este tipo de espacios deben ser vintage, por lo cual enfatizan en compartir sus gustos con quienes los visitan para romper la etiqueta de cliente y generar una relación de barbero-amigo.

“Te vuelves un escultor del cabello».

Cuenta con un ambiente rodeado de música indie, folk y otros géneros que permiten al amigo de los don Juanes sentirse cómodo y relajado. En este lugar, se dejan de lado las pretensiones y conviven individuos de diferentes estratos sociales. Óscar comenta que “todos son considerados hombres y se les da un excelente servicio por igual”.

Este emprendedor considera a la barbería como un arte, ya que “te vuelves un escultor del cabello; además, brindas la seguridad y experiencia para que al terminar tu trabajo, la persona con quien estuviste se sienta diferente”.

Barbería Hermanos Maldonado, la vieja escuela nunca muere

José María Arteaga #112, Zona Centro

Fotografía: Osvaldo González/Líder Empresarial

Muchos barberos encuentran su inspiración en el estilo clásico. La Barbería de los Hermanos Maldonado es una de las “viejas escuelas” que ha impulsado este oficio a una escala cada vez mayor en el estado.

Es un negocio con más de setenta años. Al entrar, se distinguen las notas de Javier Solís y se percibe un aroma similar al de la casa de la abuela. Ahí, se puede encontrar a El George y a El Güero, a quienes todo mundo saluda al pasar por su establecimiento. El carisma de estos dos barberos data de hace 35 años, cuando su madre les enseñó a cortar el cabello y a percibir esta actividad como un trabajo honrado.

En esta barbería han llegado a cortarle el pelo a José Tomás.

El George concibe a la barbería como un arte pues “requieres de ese toque final que también conlleva una técnica y experiencia para darle satisfacción a un cliente”.

“Mi hermano y yo tenemos mucha gracia, eso le da buena cara a quienes vienen con nosotros. Aparte, aquí no ponemos reguetón”, menciona El Güero entre risas.

Debido al crecimiento que ha tenido este sector, los Maldonado colindan con muchos competidores nuevos; pero se sienten cómodos y sin preocupaciones dado que su tradición les asegura una clientela, además de que les permite presumir el haberle cortado el cabello al torero José Tomás. Aun así, en este sitio lleno de historias, los hermanos venden juguetes para “ofrecer variedad…”.

 

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